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¿Mi hijo necesita terapia del habla? Señales para saber cuándo buscar ayuda

Los niños se desarrollan a ritmos y de maneras diferentes, sobre todo en lo que se refiere al desarrollo del habla y el lenguaje. Para muchos niños, los pequeños retrasos en el dominio del lenguaje son normales y se resuelven con el tiempo. Para algunos, sin embargo, estos retrasos o problemas de desarrollo deben ser evaluados por un fonoaudiólogo.

Para entender cuándo está justificada una visita de este tipo, a continuación, se ofrece una visión general de la terapia pediátrica de evaluación del habla y el lenguaje.

¿QUÉ HACE UN FONOAUDIÓLOGO?

Los fonoaudiólogos se centran en ayudar a las personas no solo con problemas del habla, sino también con problemas de lenguaje, comunicación social, escritura o lectura, como la dislexia. Desde la infancia hasta la vejez, un fonoaudiólogo puede ayudar con los problemas mencionados anteriormente. Las edades en las que el desarrollo del habla y el lenguaje es crucial son desde el nacimiento hasta los 5 años.

SEÑALES DE ALERTA: INDICIOS A LOS QUE HAY QUE PRESTAR ATENCIÓN

Existen varias "señales de alerta" o indicadores de que un niño puede necesitar una evaluación del habla y el lenguaje. A medida que el niño se desarrolla, hay ciertos hitos generales que la mayoría de los niños alcanzan.

"A los tres años, deberían ser capaces de articular de tres a cuatro palabras y ser inteligibles el 90% de las veces", afirma Jori Harris, M.S. CCC-SLPfonoaudióloga de la Universidad de Salud de Utah.

No alcanzar este hito podría indicar que el niño puede tener un trastorno físico, del desarrollo, de la audición o del habla y el lenguaje.

"Los casos más comunes que vemos en la Clínica Universitaria de Evaluación del Desarrollo (UDAC por sus siglas en inglés) son los retrasos en el desarrollo, que con frecuencia incluyen a niños con trastorno del espectro autista", explica Harris.

Además de retrasos en el desarrollo del habla y el lenguaje, los niños con trastorno del espectro autista presentan dificultades adicionales, como relaciones sociales, comportamientos inusuales y/o disfunción sensorial.

Una evaluación con un fonoaudiólogo implicaría el diagnóstico de los déficits del habla y el lenguaje, un plan de tratamiento para futuras terapias y, a veces, recomendaciones de pruebas adicionales por parte de otros profesionales.

LOS BENEFICIOS DE LA TERAPIA DE HABLA

Trabajar con un fonoaudiólogo puede implicar visitas de terapia ambulatoria tras un diagnóstico inicial. La terapia puede incluir lecciones específicas, el establecimiento de estrategias de refuerzo y motivación, así como la provisión de recursos y sugerencias para que los cuidadores las lleven a cabo fuera del entorno de la terapia.

Entender por qué los niños tienen dificultades con el habla o el lenguaje puede contribuir en gran medida a ayudarles a tener éxito en la escuela y en la vida.

"Cuanto antes se evalúe a los niños y se inicie la intervención, mejor será el pronóstico", afirma Harris.

Por ejemplo, si no pueden pronunciar las erres y las eses, es útil que los niños reciban terapia antes del jardín de infancia. Marcará la diferencia en cómo les entienden sus compañeros.

"Queremos prevenir, reducir o eliminar cualquier dificultad adicional que puedan tener los niños que empiezan el jardín de infancia", explica Harris. "Si vemos a estos niños lo bastante pronto, podemos detectar si hay otros factores que afecten a su desarrollo".

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