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¿Amamantando? Así es como mantener el suministro de leche

La lactancia materna es la mejor manera de proporcionar a los bebés la nutrición y anticuerpos adecuados que necesitan. Décadas de investigación han demostrado los numerosos beneficios de la lactancia para el desarrollo. Pero a veces la lactancia puede ser un reto. Dado que los recién nacidos y los bebés están aprendiendo continuamente y sus cambios de humor son imprevisibles, una madre lactante puede experimentar muchos cambios en la producción de leche.

Oferta y demanda

La alimentación frecuente es la clave para mantener el suministro de leche materna para la mayoría de las madres lactantes. Esto comienza en el hospital en la primera hora del parto con la extracción del calostro. Esto ayuda a iniciar el camino de la lactancia tanto para la madre como para el bebé.

Los recién nacidos se alimentan con frecuencia (entre 8 y 12 veces en 24 horas), pero de forma irregular. Puede comer cada hora o dos durante varias tomas, pero luego se toma un descanso. A medida que los bebés crecen, sus tomas se vuelven más regulares y espaciadas, aproximadamente cada 2 ó 4 horas. Esto cambiará gradualmente a medida que se incorporen otros alimentos a su dieta, lo que no debería ocurrir hasta que el niño tenga al menos seis meses.

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los bebés sean alimentados exclusivamente con leche materna durante al menos seis meses, y que luego se siga dando el pecho mientras se introducen otros alimentos hasta que el niño tenga al menos 12 meses.

Desarrollo y Bienestar

El desarrollo y el bienestar del bebé pueden influir en la producción de leche materna. Un bebé que está pasando por una fase de crecimiento puede consumir más leche. Esto puede hacer que la madre lactante sienta que no está produciendo lo suficiente porque el bebé demanda más leche materna. Con el tiempo, el cuerpo se pondrá al día.

Lo contrario puede ocurrir si el bebé o la madre no se sienten bien. Un bebé enfermo podría consumir menos, lo que puede ralentizar la producción de leche materna. Las enfermedades de la madre también pueden afectar negativamente al suministro. Si una madre está preocupada por su bebé o por la producción de leche materna, debe comunicarse con su médico.

"Es importante observar lo que ocurre tanto con el bebé como con la madre."
Elizabeth Kirts, MPH, IBCLC, ICCE.

Una madre lactante puede padecer afecciones o infecciones que podrían afectar a la lactancia, como por ejemplo:

  • Los pezones agrietados o dañados pueden provocar una infección. Hay muchas causas de las grietas o ampollas, pero la más común se debe a un enganche incorrecto.
  • Los conductos lácteos obstruidos pueden causar dolor o molestias en el pecho, lo que puede provocar una infección si no se soluciona inmediatamente.
  • La mastitis de lactancia es una infección del pecho causada por una inflamación interna en la mama que puede provocar dolor, hinchazón, fiebre y escalofríos.

Dieta y Nutrición

La dieta y la hidratación de la madre desempeñan un papel esencial en la producción de leche materna. Una dieta equilibrada y nutritiva es importante durante la lactancia. La regla de una dieta colorida sigue siendo la misma. Un plato debe incluir la mitad de frutas y verduras, y las otras porciones deben contener proteínas y carbohidratos. Además, hay que añadir 500 calorías más al día. ¡Pero eso no significa un postre extra!

Beber la cantidad adecuada de agua es clave para una correcta hidratación durante el embarazo y el posparto. Pero no se exceda. La necesidad de beber una cantidad excesiva de agua es un mito. "Una buena regla general es beber hasta la sed y no una cantidad determinada," dice Elizabeth Kirts, MPH, IBCLC, ICCE, consultora de lactancia y gerente de operaciones comerciales de la Línea de Servicios para Mujeres y Niños de University of Utah Health. "Beber demasiada agua podría, potencialmente, disminuir el suministro de leche materna."

Estrés y Depresión Posparto

Otros factores, como el estrés o la depresión posparto, pueden influir en la producción de leche materna. El nacimiento de un hijo puede provocar muchos cambios para la madre y su familia. Por ejemplo, las nuevas rutinas y la vuelta al trabajo pueden causar más estrés y afectar potencialmente a la producción de leche materna.

También se producen importantes cambios hormonales durante el embarazo y el posparto. Esto puede llevar a veces a la melancolía o a la depresión posparto. Hasta el 85% de las mujeres experimentan tristeza posparto durante una o dos semanas, pero si dura más, podría tratarse de una depresión posparto. La depresión posparto afecta a una de cada ocho mujeres.

Si no amamanta

No todos los bebés y madres lactantes son iguales. Aunque la mayoría de las mujeres pueden amamantar, hay circunstancias en las que algunas madres lactantes no pueden hacerlo, como por ejemplo:

  • Baja producción de leche materna
  • Condiciones de salud
  • Razones fisiológicas
  • Razones psicológicas
  • Medicamentos
  • Bebés con problemas anatómicos
  • Bebés con problemas médicos

"Es importante que la familia tenga una buena experiencia de alimentación," dice Kirts. "Puede tratarse de una lactancia materna parcial, de una alimentación con fórmula o de una alimentación con fórmula con un sistema de lactancia complementaria."

La buena noticia es que hay otras opciones para ayudar a los bebés a obtener la nutrición adecuada que necesitan. Si tienes problemas para amamantar, no estás sola. Su médico, una asesora de lactancia y otros servicios de salud de la mujer pueden ayudarle en su camino hacia la lactancia materna.