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DEA: La máquina que puede salvar su vida (y la de otros)

Suelen estar colocados a la vista y en lugares públicos. Tanto si se ha fijado en ellos como si no, su finalidad es salvar su vida y la de los demás.

Un desfibrilador externo automático o DEA es un dispositivo médico portátil que puede utilizarse cuando alguien sufre un paro cardíaco súbito. Más de 350.000 personas sufren paros cardíacos cada año.

"El tiempo que transcurre entre el colapso y la primera descarga es vital para la supervivencia del paciente", afirma el doctor Scott Youngquist, médico de urgencias y profesor del Departamento de Medicina de Urgencias de la Universidad de Utah. "La supervivencia desciende alrededor de un 10% por minuto mientras una persona permanece en paro cardíaco y no recibe una descarga".

En lugar de esperar a que acudan profesionales médicos calificados, puede utilizar un DEA para aumentar las probabilidades de supervivencia.

Cómo funciona un DEA

Un DEA automáticamente analiza el ritmo cardiaco de las personas que sufren una parada cardiaca. Aplica una descarga eléctrica al corazón para restablecer su ritmo normal.

Cuándo utilizar un DEA

Cuando una persona sufre un parado cardíaco, el corazón deja de latir y la sangre no se bombea al resto del cuerpo.

Se puede saber si una persona está en paro cardíaco si:

  • Se desploma repentinamente y pierde el conocimiento
  • No responde a las sacudidas ni a los gritos
  • No respira
  • Respira con dificultad

Si una persona sufre un paro cardíaco, empiece a practicarle la reanimación cardiopulmonar y pida a alguien que localice un DEA. Puede encontrar un DEA en muchos lugares públicos, como colegios, centros comerciales, tiendas de comestibles, aeropuertos y estadios.

Cómo utilizar un DEA

Aunque se recomienda formación, cualquiera fácilmente puede utilizar un DEA. La Cruz Roja Americana recomienda utilizar un DEA con una persona mayor de 8 años o con un niño que pese más de 55 libras.

  1. Llame al 9-1-1 si alguien no respira o sufre una paro cardíaco.
  2. Siga los pasos guiados por voz una vez encendido el DEA.
  3. Coloque los electrodos en el pecho de la persona en parada cardiaca.
  4. Deje que el DEA analice el ritmo cardiaco.
  5. Administre una descarga si el DEA determina que es necesaria.
  6. Realice la RCP si no se aconseja ninguna descarga o después de que el DEA administre una.

Formación DEA

Aunque los DEA no son difíciles de usar y cualquiera puede utilizarlos, se recomienda recibir formación. La formación en RCP y DEA suele impartirse conjuntamente. Si aprende a hacer ambas cosas, puede ayudar a salvar una vida. La Cruz Roja Americana cree que la mejora de la formación y el acceso a los DEA podría salvar 50.000 vidas al año.