Tener un recién nacido es un momento emocionante para los padres. Pero también puede resultar abrumador estar al día de las numerosas citas con el pediatra, los hitos del crecimiento, los pañales y la alimentación. El pediatra le hará varios tipos de revisiones y pruebas para detectar posibles enfermedades o afecciones. Aquí hablaremos de algunas de las más importantes.
Según el doctor José Morales Moreno, pediatra y profesor adjunto de la División de Pediatría General de la Facultad de Salud de la Universidad de Utah, todos los estados exigen pruebas de cribado a los recién nacidos, pero éstas varían de un estado a otro. Algunas pruebas se realizan de forma universal, como las de audición y cardiopatías congénitas. Otras, como las pruebas metabólicas del recién nacido, varían de un estado a otro.
La Administración de Recursos y Servicios Sanitarios (Health Resources and Services Administration) tiene una lista de pruebas de detección recomendadas que todos los estados realizan en sus pruebas metabólicas a los recién nacidos. Las decisiones se toman en función de factores como la frecuencia de una enfermedad, los recursos disponibles para tratarla y el gasto que suponen las pruebas.
Prueba de audición universal en recién nacidos
La Academia Americana de Pediatría recomienda realizar pruebas de audición a todos los recién nacidos, preferiblemente antes de que abandonen el hospital. Aproximadamente uno o dos de cada 100 bebés no superarán la prueba inicial. Si no superan la prueba de audición en ninguno de los dos oídos, el bebé será sometido a una segunda prueba poco después.
La buena noticia es que la mayoría de los bebés que no superan la primera prueba de audición salen bien en la segunda. A menudo, hay una obstrucción del oído debida al líquido amniótico o al vérnix, que puede interferir en los resultados. Aun así, es muy importante realizar más pruebas a los bebés que no superan la prueba auditiva inicial para confirmar la ausencia de pérdida auditiva.
La ictericia
La ictericia en los recién nacidos es frecuente y benigna. Un bebé con ictericia presenta un color amarillo en la piel y los ojos que tiende a extenderse desde la cabeza hasta los pies. Se produce cuando el nivel de bilirrubina en la sangre es alto. Dado que los niveles elevados de bilirrubina pueden provocar daños cerebrales, es importante estar atento a esta afección.
La bilirrubina se encuentra en los glóbulos rojos y, cuando nacen, los bebés tienen más glóbulos rojos que los adultos. Poco después del nacimiento, aumenta la renovación de los glóbulos rojos y la bilirrubina que contienen se libera al torrente sanguíneo. En los adultos, el hígado procesa la bilirrubina y la envía a los intestinos, donde se elimina a través de los movimientos intestinales. En los recién nacidos, el hígado no suele estar lo suficientemente desarrollado como para gestionar este proceso químico. Otros procesos, como una alimentación deficiente y la reabsorción de bilirrubina, también pueden contribuir a unos niveles elevados de bilirrubina. Otras afecciones, como las diferencias de grupo sanguíneo entre madres y recién nacidos, pueden dar lugar a niveles de bilirrubina mucho más elevados y peligrosos.
Para medir la bilirrubina, los profesionales sanitarios suelen utilizar un pequeño aparato llamado bilirrubinómetro o un análisis de sangre rápido. Los niveles de bilirrubina son más altos cuando el bebé tiene entre tres y cinco días de vida y son más frecuentes entre los bebés amamantados, prematuros o con antecedentes familiares de ictericia. Sin embargo, el hígado del recién nacido se desarrolla con bastante rapidez y madura lo suficiente para manejar la bilirrubina. Para reducir la ictericia se utiliza fototerapia con iluminación especial, pero las tomas frecuentes al principio también pueden estimular los movimientos intestinales y ayudar a eliminar la bilirrubina.
Cardiopatías congénitas
Las cardiopatías congénitas o los defectos cardíacos congénitos suelen detectarse durante el embarazo mediante una ecografía denominada ecocardiograma fetal. Después del nacimiento, las cardiopatías congénitas o los defectos cardíacos congénitos se detectan mediante pulsioximetría. Por lo general, los bebés con cardiopatías o defectos cardíacos presentan niveles bajos de oxígeno en sangre. Las pruebas con pulsioximetría son rápidas e indoloras y pueden detectar siete tipos comunes de cardiopatías o defectos cardíacos. La detección precoz implica un tratamiento rápido, que puede evitar discapacidades o la muerte en etapas tempranas de la vida.
Evaluación metabólica del recién nacido
La evaluación metabólica es uno de los más importantes que se realizan al recién nacido. "En esencia, muchas de las enfermedades metabólicas que se detectan en los análisis neonatales se deben a deficiencias en enzimas responsables de procesos químicos vitales en el organismo", explica Morales Moreno. "Si se identifican a tiempo, estas afecciones a menudo pueden tratarse, y muchas de sus complicaciones pueden prevenirse o mejorarse".
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Hipotiroidismo (tiroides hipoactiva) es un ejemplo. Si no se trata, el hipotiroidismo puede provocar importantes retrasos en el crecimiento y el desarrollo de los niños.
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Hiperplasia suprarrenal congénita, si no se detecta a tiempo, puede provocar anomalías electrolíticas, hipotensión arterial e incluso un parado cardíaco.
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Fenilcetonuria puede dañar permanentemente el sistema nervioso y provocar convulsiones o discapacidad intelectual si no se trata. "Otras enfermedades, como la anemia falciforme y la fibrosis quística, requieren un tratamiento menos urgente, pero no por ello son menos importantes", afirma Morales Moreno. "La conclusión clave es que si se identifica una afección en el cribado neonatal, el tratamiento puede iniciarse antes, y los resultados generales son mejores”.
A muchos padres les preocupa que sus hijos se vean afectados negativamente por el número de análisis y pruebas que reciben. Sin embargo, normalmente se toleran muy bien, y el beneficio de poder identificar, prevenir y tratar muchas de estas afecciones es incalculable.