Un examen anual de los ojos con dilatación de las pupilas puede proteger algo más que la vista. Los problemas detectados en los ojos suelen ser el primer aviso de enfermedades en otras partes del cuerpo. Afortunadamente, los oftalmólogos pueden ser los primeros en detectar varias enfermedades potencialmente mortales.
"Siempre buscamos signos de enfermedad ocular", dice la doctora Katherine Hu, oftalmóloga del Centro Oftalmológico John A. Moran de la Universidad de Utah. "Pero un daño sutil y precoz en los diminutos vasos sanguíneos de los ojos también puede revelar pistas importantes sobre lo que ocurre en todo el organismo, especialmente en el cerebro y el corazón. Dado que muchas enfermedades no tienen síntomas tempranos, usted podría estar en riesgo y no saberlo."
Ésta es una razón fundamental por la que todos los adultos deberían someterse a un examen oftalmológico completo -en el que se dilaten los ojos- a los 40 años y después de los 65 cada año o dos.
Un examen ocular con dilatación de pupila es sencillo e indoloro. El oftalmólogo le administrará unas gotas para dilatar o ensanchar la pupila. Esto permite al médico observar las estructuras de la parte posterior del ojo, como la retina, la mácula y el nervio óptico.
Aunque durante un examen ocular con dilatación de pupila pueden aparecer numerosas afecciones, además de enfermedades oculares, a continuación se indican seis de las más comunes:
1. Accidente cerebrovascular
Un oftalmólogo puede detectar depósitos de placa o coágulos sanguíneos en las arterias del ojo. Esto indica un mayor riesgo de ictus si los depósitos llegan al cerebro. La pérdida de visión periférica también puede ser un aviso de daño cerebral causado por un ictus anterior.
2. Enfermedades cardiacas
Un instrumento especial de diagnóstico por imagen utilizado para examinar la retina (el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo) puede revelar si el riego sanguíneo de la retina está reducido u obstruido. Esto podría indicar un síntoma precoz de enfermedades cardiacas.
3. Diabetes
La diabetes es una de las principales causas de pérdida de visión, pero los signos de retinopatía diabética, como pequeños vasos sanguíneos en la retina que pierden líquido amarillo, pueden aparecer en el tejido ocular incluso antes de que una persona haya sido diagnosticada. La detección precoz puede ayudar a salvar la visión y evitar otras complicaciones graves.
4. Presión arterial alta
Si no se trata, la hipertensión puede provocar enfermedades cardiacas, cerebrales y renales. Los vasos sanguíneos de forma inusual o las hemorragias en la parte posterior del ojo pueden ser indicios de esta grave enfermedad.
5. Colesterol alto
Los niveles elevados de colesterol pueden provocar problemas de salud graves, como un derrame cerebral potencialmente mortal. Si su oftalmólogo observa un anillo amarillo o azul alrededor de la córnea (la ventana transparente de la parte anterior del ojo), puede ser un signo de colesterol alto. También pueden aparecer depósitos en los vasos sanguíneos de la retina.
6. Cancer
Su oftalmólogo puede ser el primero en ver cánceres de piel relacionados con el ojo en el párpado o en la superficie del ojo, pero los cánceres de otras partes del cuerpo también pueden detectarse en el ojo. Entre ellos se encuentran el linfoma, la leucemia y el cáncer de mama. La conexión con el cáncer de mama puede parecer inusual, pero más allá del tejido linfático de la zona mamaria, el lugar del cuerpo más habitual para la propagación de este cáncer son los ojos, donde pueden aparecer tumores sin síntomas.
"Los ojos son literalmente una ventana a la salud general", afirma Hu. "De hecho, son la única parte del cuerpo humano en la que los vasos sanguíneos y los nervios vivos son visibles para un médico sin necesidad de radiografías ni cirugía. Los hallazgos pueden ofrecer pistas reveladoras de enfermedades sistémicas, así que asegúrese de programar exámenes oculares completos con regularidad."