La insuficiencia cardíaca crónica, también conocida simplemente como insuficiencia cardíaca, afecta aproximadamente a 6,2 millones de estadounidenses, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La buena noticia es que el tratamiento temprano y los cambios en el estilo de vida pueden alargar la vida.
¿Qué es la insuficiencia cardíaca crónica?
La insuficiencia cardíaca crónica no significa que el corazón deje de latir, sino que el músculo cardíaco no bombea la sangre como debería, pudiendo dañar otros órganos. La insuficiencia cardíaca crónica puede aparecer gradualmente o aparecer de repente. Si no se trata, suele empeorar con el tiempo.
Esté atento a los síntomas de la insuficiencia cardíaca crónica
Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, fatiga, latidos cardíacos rápidos o irregulares, debilidad en las piernas, náuseas, falta de apetito e hinchazón en los pies, los tobillos, la parte inferior de las piernas o el abdomen. Si experimenta alguno de estos síntomas, debe acudir a un profesional médico.
Insuficiencia cardíaca crónica o infarto de miocardio
Ambas afecciones son graves pero diferentes. Durante un infarto, el flujo sanguíneo no llega al corazón y los tejidos de éste no reciben el oxígeno necesario. Si tiene una insuficiencia cardíaca crónica, el corazón no puede bombear suficiente sangre a los órganos, lo que provoca congestión o hinchazón en otras partes del cuerpo.
¿Qué causa la insuficiencia cardíaca crónica?
Las enfermedades coronarias, las cardiopatías congénitas, la diabetes, la hipertensión, las arritmias, las enfermedades renales, la obesidad y el consumo de tabaco, alcohol y drogas recreativas pueden contribuir a la insuficiencia cardíaca. Si ha padecido cáncer, los fuertes medicamentos tomados durante el tratamiento también pueden influir.
Opciones de tratamiento
Su cardiólogo elaborará un plan de tratamiento si le han diagnosticado insuficiencia cardíaca crónica. Las causas subyacentes, como la diabetes y la hipertensión, pueden tratarse con medicamentos. Su cardiólogo también puede sugerir medicamentos adicionales, cirugía o angioplastia para desobstruir los vasos sanguíneos o decidir implantar un marcapasos o válvulas cardíacas artificiales.
Cambios en el estilo de vida para una mejor calidad de vida
El diagnóstico y el tratamiento temprano no son los únicos factores para un pronóstico satisfactorio. También puede ser necesario cambiar el estilo de vida. Cambiar a una dieta saludable para el corazón, reducir la ingesta de sodio, perder peso, hacer ejercicio, dormir más y dejar el tabaco, el alcohol y/o el consumo de drogas recreativas pueden ayudar a mejorar su estado.