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Obtenga la mejor lectura de la temperatura

¿Se encuentra poniendo el dorso de la mano en la frente para medir su temperatura? Una temperatura alta es un indicador de que puede estar enfermo. Aprender a tomar la temperatura y qué termómetro utilizar es importante para mantener la salud.

Su temperatura cambia a lo largo del día

Si controla su temperatura, asegúrese de comprobarla a la misma hora todos los días. Es importante ser constante porque la temperatura fluctúa cada hora.

La temperatura corporal media es de 98,6 grados Fahrenheit, pero varía de 97,7 a 99,5 grados. Las fluctuaciones se deben a los cambios en la actividad hormonal a lo largo del día, a su entorno y a la actividad física. Por ejemplo, puede tener una temperatura más baja por la mañana después de dormir en una habitación fría, y una temperatura más alta después de hacer ejercicio o de realizar las tareas domésticas.

Elija el termómetro adecuado

Al igual que algunos factores determinan nuestra temperatura corporal, otros factores afectan la lectura de la temperatura. Por ejemplo, su temperatura oral puede cambiar después de estar al aire libre, beber café o comer helado.

Estos consejos pueden ayudarle a obtener las mejores lecturas de los termómetros domésticos más comunes.

Termómetros para el oído utilizan luz infrarroja para medir la temperatura del interior del canal auditivo. Este método se recomienda a partir de los 6 meses de edad. Aunque los termómetros de oído son relativamente fáciles de usar, hay que tener en cuenta ciertas cosas, como:

  • La colocación en el canal auditivo es importante. Asegúrese de entrar en el canal auditivo lo suficiente.
  • El oído debe estar limpio. Demasiada cera en el oído puede interferir con las lecturas.

Termómetros temporales (de frente) tienen un escáner de infrarrojos que registra la temperatura de la arteria temporal en la frente. Miden la temperatura rápidamente y pueden utilizarse para todas las edades.

  • Coloque el sensor en el centro de la frente y deslícelo hacia la parte superior de la oreja hasta llegar a la línea del cabello.
  • Lea las instrucciones de los modelos "sin contacto" para saber lo cerca que deben colocarse de la frente.

Termómetros orales miden la temperatura en la boca. No se recomiendan hasta que el niño tenga 4 años o más. Aunque son fáciles de usar y baratos, son algo menos fiables.

  • Evite consumir alimentos calientes o fríos antes de tomar la temperatura.
  • Límpielo con agua tibia y jabón o con alcohol antes de utilizarlo.
  • Colóquelo debajo de la lengua y cierre la boca durante un minuto antes de retirarlo.

Termómetros rectales están recomendados por la Academia Americana de Pediatría para bebés y niños de hasta 3 años de edad. Los estudios han demostrado que este método es el más preciso para la detección de temperatura.

  • Lubrique la punta del termómetro con vaselina.
  • Introduzca el termómetro entre medio y un centímetro en el recto.
  • Mantenga el termómetro en su sitio hasta que le indique que ha terminado.

Si no se siente cómodo utilizando un termómetro rectal, puede poner un termómetro digital en la axila del niño. Si el termómetro muestra fiebre (100,4 grados o más), hay que volver a comprobar la temperatura con un método más preciso.

Qué se considera fiebre y cuándo hay que pedir ayuda

La fiebre no siempre es motivo de preocupación: es la respuesta natural del cuerpo para combatir la infección. Se considera que la fiebre es de 100,4 grados o más. Pero hay ocasiones en las que debe acudir a un médico, como por ejemplo:

  • Niños menores de 3 meses que tienen una temperatura de 100,4 o más.
  • Niños de 3 a 6 meses que tienen una temperatura de 102 o más.
  • Niños de 6 a 24 meses que tienen una temperatura superior a 102 que dure más de un día.
  • Si su hijo tiene fiebre durante más de cinco días y desarrolla otros síntomas preocupantes.
  • Adultos que tienen una temperatura de 103 o más y están experimentando otros síntomas preocupantes.