Si usted es como la mayoría de la gente, su lista de cosas por hacer antes de un viaje ya parece lo suficientemente larga, pero puede que merezca la pena añadir sólo una cosa más. Incluso el viaje mejor planeado puede arruinarse si tiene que pasarlo en la cama de un hotel sintiéndose mal. Y ponerse enfermo durante las vacaciones puede ser más que decepcionante. Enfermedades como el Zika, la malaria, la fiebre amarilla y el COVID-19 pueden tener efectos que duran mucho tiempo después de volver a casa.
Tanto si viaja por Estados Unidos como si lo hace fuera del país, es importante estar preparado. "Hasta la mitad de los viajeros que se desplazan a países de renta baja o media-baja sufren una enfermedad durante el viaje", afirma el doctor Daniel Leung, MD, MSc, profesor asociado de la División de Enfermedades Infecciosas y especialista en medicina geográfica y de viajes de la Clínica de Viajes de la Universidad de Utah.
El destino de su viaje puede determinar la necesidad de tomar medidas adicionales para protegerse.
Visite una clínica de viajes. Leung recomienda concertar una cita previa en una clínica de viajes si se va a viajar a algún lugar de Asia, África, América Central o América del Sur, donde puede haber enfermedades infecciosas diferentes de las de EE.UU.
Las clínicas de viaje son centros sanitarios especializados en mantener sanos a los viajeros en el extranjero. Pueden darle consejos, vacunas y medicamentos para ayudarle a mantenerse sano durante el viaje y proporcionarle el tratamiento adecuado si regresa enfermo. La mayoría de los médicos de cabecera no están tan familiarizados con las enfermedades que puede contraer al viajar y puede que no tengan acceso a las vacunas, medicamentos o pruebas que necesita. Por ejemplo, sólo puede vacunarse contra la fiebre amarilla, que algunos países exigen para entrar, en clínicas específicamente certificadas.
Si es posible, trate de concertar una cita previa al viaje al menos dos meses antes de la fecha prevista, cuanto antes mejor. Si dispone de tanto tiempo, podrá vacunarse por completo en caso necesario.
Asegúrese de estar al día con las vacunas. Si viaja por EE.UU., debe estar al día con las vacunas contra la gripe y COVID-19, especialmente si viaja durante la temporada de virus respiratorios.
Si viaja al extranjero, consulte las recomendaciones sanitarias según el país que visite con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Prepare un botiquín de viaje. Los CDC también recomiendan preparar un botiquín de viaje con artículos que pueden ser difíciles de encontrar en el lugar de destino.
Si vuelve de un viaje sintiéndose mal, quizá no esté seguro de si debe acudir a un especialista en medicina del viajero en una clínica de viajes. Leung recomienda acudir después de cualquier viaje internacional si se tiene fiebre de cualquier duración, o si hay algún otro síntoma -como erupción cutánea, tos o diarrea- que sea grave o dure más de unos días.
Las clínicas para viajeros, como la de University of Utah Health, cuentan con especialistas en medicina del viajero que están familiarizados con las infecciones a las que puede haber estado expuesto durante su viaje. Pueden proporcionarle las pruebas y tratamientos adecuados.