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La inmersión en agua fría y su impacto en la salud

Una nueva moda está llevando a la gente a sumergir su cuerpo en agua helada en la creencia de que ayudará a mejorar su sistema inmunitario y su salud cardiovascular. Aunque hay pocas pruebas que respalden estas afirmaciones, sumergirse en agua fría podría ser realmente perjudicial.

La inmersión en lo frío se ha utilizado durante siglos para la recuperación terapéutica, sanitaria y deportiva. En el mundo de la medicina deportiva, se denomina inmersión en agua fría. Suele realizarse después del entrenamiento para reducir la inflamación y evitar que se repitan las agujetas.

"Ayuda a detener la acumulación de ácido láctico haciendo que los vasos sanguíneos sean más pequeños", dice Bryanna Howard, MS, LAT, profesora adjunta en el Departamento de Atletismo de la Universidad de Utah y entrenadora de atletismo en la División de Medicina Deportiva de University of Utah Health. 

Pero sumergirse en agua fría no es para todo el mundo y no se recomienda que lo pruebe hasta hablar con su médico. La inmersión en sí puede ser peligrosa si no se hace correctamente. Es importante que siga estos pasos si está pensando en hacerlo.

1. Hable con su médico

Algunas personas pueden exponerse a resultados negativos. Hable con su médico para informarle de su interés por la inmersión en agua helada y de si es segura para usted. Las personas con afecciones cardíacas, que toman medicamentos y de edad avanzada pueden correr un riesgo mayor. 

2. Prepare su cuerpo

Su cuerpo necesita tiempo para adaptarse y evitar un shock de frío. Prepare su cuerpo para una inmersión ajustando gradualmente la temperatura del agua después de ducharse. Howard aconseja no enfriar inmediatamente el agua al máximo. En su lugar, ajuste lentamente la temperatura y deje que su cuerpo se acostumbre al cambio durante 30 a 60 segundos. "Está entrenando su cuerpo para estar en ese ambiente, como haría para correr una carrera", dice Howard. 

3. Vigile la temperatura del agua

La inmersión en agua helada suele estar entre 55 y 69 grados Fahrenheit. Cualquier temperatura inferior supone un riesgo para la salud. El Centro Nacional de Seguridad en el Agua advierte de que sumergirse en agua a menos de 60 grados Fahrenheit puede matarlo en menos de un minuto.

4. No se sumerja solo

Mejor aún, sumergirse con un amigo o alguien con experiencia médica. Pueden estar atentos a los signos y síntomas del shock por frío.

5. No se tire de cabeza

Si es la primera vez que se sumerge en agua fría, hágalo lentamente. Y lo más importante, mantenga la cabeza fuera del agua.

6. Escuche a su cuerpo

El choque del agua fría puede inmediatamente afectar a su cuerpo. La Asociación Americana del Corazón afirma que sumergirse en agua fría puede provocar un aumento repentino y rápido de la respiración, la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. La hipotermia también puede desencadenarse más rápidamente. Escuche y preste atención a su cuerpo.

  • Salga del agua si experimenta alguno de estos síntomas:
  • Dolor o molestias en el pecho
  • Aumento de la respiración o respiración irregular
  • Mareo o vértigo
  • Cambio de color en los dedos de las manos o de los pies, ya que puede ser una señal de hipotermia o congelación

Howard dice que es normal experimentar una respiración irregular al principio. Es la respuesta natural del organismo al bombear oxígeno por el cuerpo. Es importante que preste atención a su respiración y asegúrese de que se estabiliza.

7. Planee su inmersión

Al igual que en la preparación de una maratón, debe aumentar el tiempo que pasa en el agua. La primera y segunda inmersión no deben durar más de cinco minutos. Después, intente aumentar gradualmente el tiempo en el agua.

8. Calentamiento

Su cuerpo necesita calor después de una inmersión en agua helada. Entre en su casa, póngase ropa de abrigo, colóquese junto a una fuente de calor o beba una bebida caliente.

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