Su dentista es quien mejor lo sabe: Cepíllese los dientes al menos dos veces al día, use hilo dental todos los días y asegúrese de cepillar la línea de las encías. Un buen cuidado de los dientes reduce en gran medida la probabilidad y la gravedad del dolor dental. Las causas más comunes del dolor de muelas suelen estar relacionadas con una higiene bucal deficiente. Pero si experimentas un dolor de dientes persistente, visite a su dentista lo antes posible.
Estas son algunas de las causas comunes del dolor de muelas:
1. Caries dentales
"La caries es la enfermedad más prevalente en el mundo", afirma Rich Homer, DMD, dentista y jefe de Conservación y Restauración Dental de la Facultad de Odontología de la Universidad de Utah. ¿Cuál es el principal culpable de la caries? Cuando come, las bacterias de su boca consumen los azúcares e hidratos de carbono y producen ácidos como subproducto. La boca se convierte en un entorno más ácido que provoca la lixiviación de los minerales del esmalte. Si no se produce la remineralización (a través de la saliva o el flúor), puede producirse la caries dental.
La edad también puede ser un factor que influya en la aparición de caries, por lo que es posible que tenga que vigilar más su higiene bucal a medida que envejece. Cuando las bacterias descomponen el esmalte y los minerales de un diente con el tiempo, pueden formarse caries. Si no se tratan, los dientes pueden volverse sensibles al quedar expuestos los nervios. Es entonces cuando aparece el dolor. Y si se descuida durante demasiado tiempo, el diente puede infectarse y sufrir un absceso.
2. Encías retraídas
El sangrado y/o la retracción de las encías son un signo de mala higiene bucal de los tejidos blandos. Las encías se inflaman cuando las bacterias quedan atrapadas entre la encía y el diente. Inicialmente, esto provoca gingivitis, que es reversible si se trata. Pero si no se trata, puede causar pérdida ósea permanente y recesión de las encías o periodontitis.
La periodontitis es una enfermedad irreversible que debe ser tratada por un periodoncista para evitar la pérdida de dientes y/o infecciones. Con la retracción de las encías, la parte más sensible del diente queda expuesta. Las bebidas frías y calientes, así como los dulces, suelen desencadenar un dolor agudo en estas zonas. Es importante girar el cabezal del cepillo 45 grados hacia las encías para asegurarse de cepillar la línea de las encías que se arquea a lo largo de los dientes durante la rutina diaria para ayudar a reducir la acumulación de bacterias.
3. Traumatismos dentales
Lo más probable es que la lesión de un diente provoque dolor. Se trata, por supuesto, de una relación causa-efecto obvia.
"Sin embargo, el dolor debido a un traumatismo dental puede no manifestarse hasta días o años después del suceso", afirma Homer.
Tal vez se golpeó el diente frontal en las barras del mono cuando era niño. Probablemente le dolió durante un breve periodo de tiempo y luego desapareció. El dolor puede reaparecer años después, aparentemente sin motivo alguno. La vida es imprevisible y es casi imposible prevenir todas las lesiones. Pero si practica deportes o actividades físicas extremas, siempre es buena idea llevar protección bucal. Si sufre un traumatismo dental importante, acuda inmediatamente al dentista.
4. Rechinar los dientes
Hay muchos síntomas de estrés. Rechinar los dientes puede ser uno de los más dolorosos debido a un traumatismo dental y/o a un trastorno temporomandibular (TTM). El dolor de mandíbula, el dolor de cabeza, la sensibilidad del músculo temporal o la irradiación de dolor dental al despertar son síntomas comunes que pueden conducir a un pronóstico de rechinar o apretar los dientes.
Quienes experimentan altos niveles de estrés o ansiedad suelen rechinar los dientes mientras duermen. Podría ayudar a aliviar el dolor abordando el propio estrés mediante autoayuda, terapia y/o medicación. Un protector hecho a medida por un profesional de la odontología puede proteger aún más los dientes y reducir el dolor provocado por los TTM.
5. Muelas del juicio
Los molares adicionales que se encuentran debajo de las encías suelen salir entre los 18 y los 25 años. Cuando salen las muelas del juicio, el proceso puede ser doloroso, ya que brotan de las encías. Si una muela sale parcialmente a través de las encías, las bacterias pueden quedar atrapadas en las bolsas creadas por el tejido blando. Esto puede provocar una inflamación o infección del tejido y, en última instancia, causar dolor.
Si una muela del juicio sale torcida, puede interferir en la mordida o en las estructuras circundantes, como los dientes, las encías y la mejilla. El diente que se encuentra por encima o por debajo de una muela del juicio torcida puede morder de una manera incómoda, lo que puede causar inflamación y crear dolor. Si la muela del juicio no toca correctamente el diente que tiene delante, la comida puede quedar atrapada, provocando caries dentales o inflamación gingival.
La solución: consulte con su dentista para ver si las muelas del juicio están completamente erupcionadas y en la ubicación adecuada. Si los dientes pueden causar daños a las estructuras circundantes o no erupcionan completamente, debe considerar la extracción de las muelas del juicio.
6. Herencia
La herencia puede influir en la sensibilidad dental. Algunas personas nacen con dientes más sensibles que otras debido a que el esmalte dental y el cemento radicular no completan un sellado alrededor del diente durante su formación. Si éste es su caso, puede agradecérselo a su linaje ancestral. Por desgracia, no hay muchos tratamientos dentales disponibles, pero puede probar una pasta dentífrica que reduzca la sensibilidad o que le apliquen un barniz de flúor cuando visite a su dentista.