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Cómo limitar el azúcar en la dieta: El debate sobre los edulcorantes artificiales

Los edulcorantes artificiales, también conocidos como edulcorantes no azucarados (ENA), se han utilizado como sustitutos del azúcar para reducir el consumo de calorías y ayudar a controlar el peso corporal. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ahora advierte a los consumidores que, de hecho, los edulcorantes artificiales podrían ser perjudiciales si se utilizan a largo plazo. 

Según la OMS, una revisión de las pruebas disponibles reveló que el uso de ENA no reduce la grasa corporal en adultos y niños, y que el uso a largo plazo de ENA puede aumentar el riesgo de diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos. 

La OMS ahora recomienda a las personas que reduzcan su ingesta de azúcar consumiendo alimentos con azúcar natural. Esta recomendación incluye a todas las personas, excepto a las que padecen diabetes preexistente. 

Las ENA más comunes son: 

  • Acesulfamo K
  • Aspartamo
  • Advantamo
  • Ciclamatos
  • Neotamo
  • Sacarina
  • Sucralosa

Sin embargo, Miranda Reynolds, dietista clínica del Departamento de Salud Integral y Bienestar de University of Utah Health, afirma que: "En lugar de centrar el debate en el azúcar frente al edulcorante artificial y en cuál es mejor, la atención debería centrarse más bien en cómo reducir ambas cosas en nuestra dieta por completo." 

Reynolds ofrece estos consejos para ayudarle a empezar:

1. Lea la información nutricional

Saber qué contienen los alimentos le ayudará a elegir opciones más saludables. Aunque esté reduciendo sus calorías, un bocadillo etiquetado como bajo en azúcar o sin azúcar puede no ser la opción más nutritiva. Cuando mira la etiqueta de información nutricional, fíjese en la columna del porcentaje de valor diario. Si dice 20% o más, el producto tiene un alto contenido en ese nutriente. Busque alimentos ricos en proteínas y fibra. Si dice 10% o menos, entonces es bajo en ese nutriente. Eliga opciones con bajo contenido en azúcares añadidos y grasas saturadas. 

2. Coma alimentos integrales y naturales

Incluya más ingredientes integrales en su dieta, como frutas, verduras, proteínas, cereales y lácteos. Algunos de estos alimentos, como los lácteos, la fruta, las verduras con almidón y los cereales integrales contienen azúcares naturales, que no son perjudiciales en pequeñas cantidades.

3. Evite alimentos y bebidas con azúcar añadido

Las bebidas azucaradas, como los refrescos o las bebidas para deportistas, son menos densas en nutrientes y, por lo general, tienen muchas calorías que pueden sumar y hacer que aumente de peso. Los alimentos dulces, como los productos horneados o los caramelos, suelen carecer de nutrientes beneficiosos para la salud, como las proteínas y la fibra, y contienen mucha azúcar innecesaria. La Asociación Americana del Corazón recomienda no más de nueve cucharaditas o 36 gramos (150 calorías) al día para los hombres y seis cucharaditas o 25 gramos (100 calorías) para las mujeres. 

4. Evite los alimentos procesados

Los alimentos procesados pueden contener altos niveles de sal, azúcar y grasa. Estos ingredientes se añaden a veces para mejorar el sabor o prolongar la vida útil. También suelen tener más calorías.  

5. Cocine en casa

Siga las reglas de una dieta equilibrada utilizando ingredientes integrales. "Las comidas caseras lo mantendrán sano y satisfecho", dice Reynolds. "Comer comidas equilibradas y nutritivas, llenas de proteínas, fibra y grasas saludables, puede reducir la incidencia de picoteos y antojos, que es cuando normalmente buscamos algo azucarado o salado". Tenga en cuenta también que debe limitar la compra de comidas envasadas o comer fuera de casa.

6. Hable con un dietista

Tanto si está intentando perder peso como si quiere comer más sano, un dietista titulado puede ayudarle a alcanzar sus objetivos. "Mi mejor recomendación es cambiar el concepto que tenemos de las dietas y centrarnos en lo que podemos añadir a nuestra dieta, en lugar de lo que debemos restringir", dice Reynolds. "La comida es mucho más que combustible para nuestro cuerpo. Es social, cultural. Hay que disfrutarla. Un dietista puede ayudarle a conseguir satisfacción sin dejar de seguir una dieta equilibrada y nutritiva."