Mantener el peso puede ser difícil después de tener hijos. Varios estudios han demostrado que, una vez que se añaden los niños a la vida diaria, ciertos factores desencadenantes incitan a engordar.
Éstos son algunos de los culpables:
1. No dormir lo suficiente
La falta de sueño puede estar asociada al aumento de peso. "Lo que hace la gente es estimularse con comida todo el día para mantenerse despierta", afirma la doctora Julie Metos, profesora del Departamento de Nutrición y Fisiología Integrativa de University of Utah Health. El cansancio también puede influir en el juicio, haciendo que las personas sean más propensas a elegir mal los alimentos.
2. Comer sin pensar
Cuando los padres alimentan a sus hijos a lo largo del día, suelen picar algo. Tampoco ayuda el hecho de que muchos de los alimentos considerados "aptos para niños" sean en realidad menos sanos, más procesados y menos saciantes.
3. Estrés
Un estudio de la Asociación Americana de Psicología descubrió que el 43% de los padres comen en exceso o recurren a la comida basura para hacer frente al estrés, en comparación con el 30% de los adultos sin hijos.
Una de las principales razones por las que los padres sufren estrés es la necesidad de compaginar el cuidado de los hijos, el trabajo y las responsabilidades domésticas diarias. "Creo que la gente tiene poco tiempo, sobre todo cuando tiene hijos", dice Metos.
Consejos para los padres
Metos insta a los padres a crear hábitos saludables haciendo ejercicio, comiendo adecuadamente y manteniendo un cuerpo sano que le siente bien. Si renuncia a hacer ejercicio para llevar a un niño al fútbol y al otro a clase de danza, le estás haciendo un flaco favor. Metos dice que hay que tener en cuenta que los niños también lo observan. Es importante dar buen ejemplo lo mejor posible.