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Los peligros de la cafeína

Puede parecer sorprendente o imposible, pero una sobredosis por consumir demasiada cafeína es posible. Lo cierto es que la exposición a niveles elevados e incluso mortales de cafeína es más frecuente -y ocurre con más facilidad- de lo que cabría esperar. 

Parte de la razón es que la cafeína se encuentra en muchos alimentos y suplementos dietéticos comunes. Puede que piense en el café, los refrescos y las bebidas energéticas, pero la cafeína también se encuentra en chicles, waffles, jarabes, helados, dulces y mucho más. Según el Centro de Toxicología de Utah, las empresas no están obligadas a indicar la cantidad de cafeína que contienen sus alimentos, lo que dificulta que la gente sepa cuánta está consumiendo.

¿Cuánto es demasiado?

La cantidad de cafeína consumida, el tiempo transcurrido y la composición corporal de la persona que la consume son factores que influyen. Existen grandes variaciones en cuanto a la sensibilidad de las personas y la rapidez con la que pueden descomponerla. Los medicamentos y ciertas condiciones, como el embarazo y la lactancia, también pueden influir. 

Según la Food and Drug Administration (FDA), no se han observado efectos negativos asociados al consumo de 400 miligramos de cafeína al día (unas cuatro o cinco tazas de café) entre adultos sanos.

Si le preocupa su consumo de cafeína y la cantidad recomendada para usted, hable con su médico. 

Síntomas del exceso de cafeína

Puede que esté tomando demasiada cafeína sin ni siquiera saberlo y empiece a sentir sus efectos nocivos. Estos síntomas pueden incluir:

  • Malestar estomacal
  • Palpitaciones
  • Sudoración
  • Temblores
  • Vómitos
  • Delirio
  • Dolor de cabeza
  • Diarrea
  • Dolores de pecho

Si le preocupa alguno de sus síntomas o sufre convulsiones, busque ayuda inmediatamente. Llame al Servicio de Toxicología, 1-800-222-1222, si tiene alguna duda o si sufre efectos adversos de la cafeína.

Impacto en el organismo

En los casos más graves de toxicidad por cafeína, el corazón y el sistema nervioso pueden verse afectados. En dosis elevadas, la cafeína también puede reducir la tensión arterial. La cafeína estimula el sistema nervioso central -es la sensación de nerviosismo-, lo que puede provocar agitación y, en última instancia, delirios y convulsiones.

De hecho, se han relacionado efectos cardiovasculares adversos, visitas a urgencias y muertes con las bebidas energéticas. La Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental de Estados Unidos (SAMHSA por sus siglas en inglés) descubrió que las visitas a urgencias han aumentado drásticamente y que las personas de entre 18 y 39 años son las que más acuden a urgencias debido a las bebidas energéticas.

Cuide su cuerpo

En estos casos graves, se pueden tomar medidas para intentar reducir los impactos, pero no se puede hacer nada para revertir la toxicidad de la cafeína. Eso sólo puede ocurrir a medida que el cuerpo metaboliza la cafeína y la expulsa a través de los productos de desecho. 

La mejor forma de evitar posibles complicaciones con la cafeína es vigilar su consumo. Si cree que ha tomado demasiada, probablemente sea así. Y recuerde, si está fatigado, probablemente su cuerpo necesita descansar, no otra taza de café.