A medida que envejecemos, nuestro cuerpo nos recuerda que la ley de la gravedad no está de nuestra parte. Esto es especialmente cierto en el caso de muchas mujeres que sufren un prolapso pélvico, que se produce cuando los músculos y tejidos de los órganos del interior de la pelvis (útero, recto, vejiga, etc.) se debilitan y sobresalen por la abertura vaginal. Básicamente, un prolapso es una hernia que se extiende hasta la vagina.
Aunque esto suene alarmante, también es una afección frecuente y muy tratable que afecta aproximadamente al 50% de las mujeres.
“El prolapso pélvico es una condición muy normal, y no es nada de qué avergonzarse o avergonzarse”, dice la doctora Jolyn Hill, uroginecóloga y profesora asociada del Departamento de Obstetricia y Ginecología de University of Utah Health. "Los uroginecólogos están formados para ocuparse específicamente de este problema, así que quiero animar a cualquiera que sienta molestias a que busque ayuda".
¿Es la vejiga con pérdidas un signo de prolapso pélvico?
Si siente una necesidad constante de orinar o tiene dificultades para aguantarse, es muy probable que sus síntomas estén causados por una infección urinaria o un trastorno del suelo pélvico que no sea un prolapso. Hill señala que las mujeres con un prolapso suelen experimentar un síntoma evidente: la sensación de un bulto entre las piernas. En muchos casos, los signos son sutiles y las mujeres ni siquiera son conscientes de que tienen un prolapso.
"Cuando las mujeres notan un bulto, puede ser muy alarmante y asustarles. He visto a muchas de ellas correr a urgencias temiendo tener cáncer. Siempre es un alivio cuando les aseguran que se trata de una afección común que puede solucionarse con tratamiento."
¿Quién corre más riesgo?
El prolapso pélvico es más frecuente en mujeres que han dado a luz y en mujeres mayores (a partir de 60 años). Otros factores de riesgo son la genética y las afecciones crónicas que sobrecargan el organismo, como el estreñimiento y la tos crónica. Sin embargo, a pesar de estos factores, se sabe poco sobre la causa exacta del prolapso, ya que puede producirse de forma aleatoria.
"Sabemos cómo tratar el prolapso pélvico, pero necesitamos más investigación para explicar por qué ocurre", afirma Hill. "Puede ocurrirle a una mujer que nunca ha dado a luz y saltársele por completo a otra que ha dado a luz a 10 bebés. Lo mismo ocurre con las mujeres mayores. He tenido pacientes de 90 años que nunca han sufrido un prolapso”.
¿Qué opciones de tratamiento tengo?
Si padece molestias e incomodidades cotidianas, concierte una cita con su médico para explorar las opciones de tratamiento, que pueden incluir:
- Dispositivos estructurales (pesario): Un pesario es un dispositivo médico que se inserta en la vagina para sostener el útero, la vagina, la vejiga o el recto.
- Fisioterapia del suelo pélvico: Las pacientes reciben diversos ejercicios, como los Kegel, para fortalecer el suelo pélvico.
- Cirugía: La cirugía puede tratar síntomas de prolapso molestos o persistentes y/o que empeoran.
Hable con los demás
Si esta información le sorprende, no está sola. Por eso es importante que comparta sus experiencias con amigas y seres queridos, para que no se asusten si les ocurre a ellas. La buena noticia es que no se trata de una afección potencialmente mortal, y muchas mujeres pueden vivir su vida sin que les moleste un prolapso.
"Dependiendo de la gravedad del prolapso, a veces la gente no necesita ningún tratamiento", dice Hill. "Pero si está afectando a su calidad de vida, le animo a que busque tratamiento porque no hay razón para sufrirlo sola".