La disfunción eréctil (DE) es un trastorno que puede afectar a hombres de cualquier edad, pero es más frecuente a medida que los hombres envejecen. Alrededor del 50% de los hombres de entre 40 y 70 años padecen algún tipo de disfunción eréctil. La hipertensión arterial o presión alta también es frecuente entre los hombres mayores. ¿Existe alguna relación entre la presión alta y la disfunción eréctil? Sin duda. Sin embargo, las dos afecciones suelen formar parte de un conjunto más amplio de problemas de salud.
Presión alta
La presión alta (PA) es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, que puede provocar el "endurecimiento" de las arterias y causar problemas como infartos de miocardio e ictus.
Dado que el pene tiene algunas de las arterias más pequeñas del cuerpo (sólo de 1 a 3 mm de diámetro), puede verse afectado en primer lugar por afecciones como la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, al igual que el canario en la mina de carbón. De hecho, la disfunción eréctil puede ser un signo precoz de enfermedad cardiovascular y, si la padece, debe someterse a pruebas de detección de problemas cardiovasculares.
Tratamiento con medicamentos
Aunque la hipertensión puede causar disfunción eréctil por sí misma, al reducir el flujo sanguíneo al pene, los medicamentos para regularla también pueden provocar disfunción eréctil. Los medicamentos habituales para la PA, como los betabloqueantes y los diuréticos, pueden provocar disfunción eréctil. Para contrarrestar estos efectos secundarios, los médicos pueden cambiar la medicación para la PA por otra que no provoque disfunción eréctil o recetar medicamentos para tratarla, como Viagra o Cialis. Dado que el organismo de cada persona es diferente, la elección de la medicación y la dosis adecuadas puede llevar tiempo y requerir un proceso de ensayo y error.
Es importante tener en cuenta que los medicamentos para la PA a base de nitratos, como la nitroglicerina o el dinitrato de isosorbida, no pueden combinarse con fármacos como Viagra y Cialis, ya que la combinación podría provocar una bajada peligrosa de la tensión arterial.
Ejercicio y dieta
Una forma de prevenir y limitar la disfunción eréctil relacionada con la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares sin medicación es a través del estilo de vida. El ejercicio regular, una dieta sana y la disminución del estrés pueden reducir las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares. Para muchos, en los tiempos que corren, no es fácil cambiar de hábitos. Pero cuando se trata de disfunción eréctil, el esfuerzo puede merecer la pena para usted y su pareja.