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Prevención de caídas en personas mayores

Las caídas accidentales pueden provocar lesiones a cualquiera, incluso a personas jóvenes y sanas. Pero para los adultos mayores de 65 años, las caídas son más probables y más graves. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), uno de cada cuatro adultos mayores sufre una caída al año, y alrededor del 37% de esas caídas requieren atención médica.

Las caídas pueden alterar enormemente la rutina diaria de una persona. Si se necesita tratamiento médico, también pueden ser costosas económicamente. El Consejo Nacional sobre el Envejecimiento (NCOA por sus siglas en inglés) afirma que el coste medio de una visita al servicio de urgencias para tratar una lesión por caída es de $1.112, y una estadía hospitalaria para lesiones más graves supera los $18.000 de promedio. Conocer las causas comunes de las caídas accidentales y cómo prevenirlas puede ayudar a los adultos mayores y a sus cuidadores a reducir el riesgo de caídas.

Causas de las caídas y cómo evitarlas

Muchas caídas se producen debido a los efectos secundarios del envejecimiento. Aunque los cambios físicos pueden ser inevitables, las personas pueden hacer ajustes para controlar los factores de riesgo más comunes. Entre ellos se incluyen:

  • Debilidad muscular, especialmente en la parte inferior del cuerpo
  • Problemas de equilibrio o movilidad
  • Problemas de visión
  • Calzado inadecuado
  • Medicamentos con efectos secundarios como mareos o somnolencia
  • Mala iluminación
  • Desorden en el hogar u otros peligros de tropiezo, como alfombras o suelos resbaladizos.
  • Problemas de salud como artritis, diabetes y déficit de vitamina D.
  • Condiciones meteorológicas como la nieve y el hielo, que hacen resbaladizos los caminos exteriores.

Aunque el envejecimiento no se puede prevenir, las caídas sí. Los adultos mayores pueden tomar medidas prácticas para reducir el riesgo de caídas, entre ellas:

  • Conocimiento de los efectos secundarios de la medicación: Las personas mayores deben hablar con su médico antes de empezar a tomar una nueva medicación para saber si les provocará mareos, somnolencia o problemas de equilibrio. Los medicamentos para la tensión arterial, los diuréticos y algunos antidepresivos se han asociado a caídas. 
"Algunos medicamentos para bajar la presión arterial en realidad pueden bajarla demasiado, lo que lleva a mareos y caídas posteriores. Se recomienda acudir a un geriatra para que ayude con la gestión de la medicación y controle las interacciones entre medicamentos”.
Elisha Haroldsen, PA-C, una clínica de práctica avanzada de cirugía general en University of Utah Health.

  • Revisiones periódicas de la vista: Tener unos lentes adecuados puede ayudar a las personas a ver peligros como superficies irregulares o desorden.

  • Casa a prueba de caídas: Eliminar los peligros de tropiezo, como cables, alfombras sueltas y desorden, garantiza un camino despejado. Los cuidadores pueden ayudar a las personas mayores a mover los muebles que puedan bloquear el paso.

  • Utilice calzado adecuado: Evite los tacones y las zapatillas, y elija en su lugar un zapato que le quede bien y le proporcione apoyo.

  • Mejore la iluminación: Asegúrese de que la casa está bien iluminada, sobre todo en escaleras y pasillos. Las lámparas pequeñas o las luces de noche pueden ayudar a las personas mayores a moverse con seguridad por su espacio, sobre todo por la noche.

  • Utilice dispositivos de ayuda: Instalar pasamanos o barras de apoyo dentro de la ducha, cerca del inodoro y a ambos lados de las escaleras puede ayudar a evitar caídas. El uso de bastones o andadores puede ayudar a mantener la estabilidad dentro y fuera de casa.

  • Manténgase activo: El ejercicio regular mejora la coordinación y la fuerza muscular. Los adultos mayores deben elegir actividades que ayuden a mantener el equilibrio, la flexibilidad y la fuerza, como el yoga, el tai chi, el entrenamiento de fuerza de la parte inferior del cuerpo y caminar. 

  • Estar atento al clima: Las personas mayores deben prestar especial atención a las condiciones meteorológicas, sobre todo en invierno, cuando la nieve y el hielo pueden hacer que las calles estén resbaladizas.

"Un buen zapato, una buena iluminación, no ser tímido a la hora de utilizar dispositivos de asistencia y pedir ayuda a alguien para despejar la entrada y las escaleras en condiciones de nieve y hielo son precauciones que los adultos mayores pueden tomar con el cambio de estación", afirma Haroldsen.

Las caídas leves pueden ser graves

Para las personas mayores, el simple hecho de tropezar con una alfombra puede provocar lesiones graves. Cuando una persona sufre una caída, tiene el doble de probabilidades de sufrir otra. Aunque algunas caídas no provocan lesiones ni requieren una visita al médico, las que sí lo hacen pueden tener consecuencias importantes.

Algunas de las lesiones más comunes por caídas son:

  • Fracturas, especialmente en caderas, muñecas, brazos y tobillos
  • Traumatismos craneoencefálicos
  • Esguinces
  • Dislocaciones articulares
  • Hematomas

"Después de una caída, la evaluación por parte de un terapeuta ocupacional y un fisioterapeuta para estudiar la seguridad en el hogar y cómo organizar la casa de forma segura puede ayudar a prevenir otro incidente de caída", dice Haroldsen.

Mediante la incorporación de algunas precauciones sencillas en su vida diaria, los adultos mayores pueden asegurarse de seguir viviendo de forma segura e independiente.