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Cómo ayudar a las familias a afrontar el diagnóstico de diabetes tipo 1 en sus hijos

Cada año se diagnostica diabetes de tipo 1 a unos 18.000 niños y adolescentes en Estados Unidos. Y esa cifra aumenta a un ritmo del 2,9% cada año. Esas estadísticas significan que cada vez más padres y tutores se enfrentan a los problemas físicos y emocionales que acompañan al diagnóstico de diabetes de un niño.

Detección de síntomas

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune crónica en la que el sistema inmunitario ataca por error a las células productoras de insulina del páncreas. La destrucción de las células productoras de insulina impide al organismo regular adecuadamente los niveles de glucosa o azúcar en sangre.

Los síntomas de la diabetes de tipo 1 suelen desarrollarse con rapidez, pero es posible que no den señales de alarma en las primeras fases de la enfermedad.

 Los síntomas más frecuentes en los niños con diabetes de tipo 1 son:

  • Aumento de la sed
  • Micción frecuente
  • Aumento del apetito acompañado de pérdida de peso
  • Accidentes nocturnos o diurnos en niños entrenados para ir al baño
  • Visión borrosa
  • Fatiga
  • Irritabilidad y cambios de humor 

"No es inusual que un profesor note estos síntomas antes que un padre, ya que un estudiante podría estar pidiendo ir al baño con más frecuencia", dice la doctora Allison Smego, endocrinóloga pediátrica de University of Utah Health.

Etapas de la diabetes tipo 1

El desarrollo de la diabetes de tipo 1 consta de tres etapas. Las dos primeras pueden pasar prácticamente desapercibidas, pero, si es posible, es importante identificar la enfermedad en sus fases más tempranas.

  • Fase 1: El organismo desarrolla autoanticuerpos contra las células beta del páncreas productoras de insulina. En esta fase no se observan síntomas, pero los anticuerpos pueden detectarse mediante un análisis de sangre.
  • Fase 2: Hay indicios de glucemia anormal en ayunas o después de las comidas, pero los pacientes no suelen presentar síntomas de diabetes.
  • Fase 3: Un estadio sintomático completo en el que se necesita insulina para controlar la glucemia.

Un nuevo fármaco retrasa la aparición de la enfermedad

No se conoce ninguna forma de prevenir la diabetes tipo 1. Pero en 2022, la Food and Drug Administration (FDA por sus siglas en inglés) aprobó un fármaco llamado teplizumab (marca comercial Tzield), que ayuda a preservar la capacidad del paciente para fabricar su propia insulina. Esto puede retrasar la aparición de la diabetes tipo 1 en fase 3 y, por lo tanto, retrasar la necesidad de insulina para controlar la glucosa en sangre.

Los datos actuales indican que el teplizumab puede retrasar unos dos años la aparición de la diabetes tipo 1 en su fase 3, aunque las respuestas individuales son variables», explica Smego. "Estudios de investigación más recientes centrados en pacientes con diabetes tipo 1 en face 3 recién diagnosticada buscan determinar si el teplizumab puede preservar las células productoras de insulina restantes".

Por supuesto, retrasar la progresión de esta enfermedad de la fase 1 a la 3 sólo puede ocurrir cuando el paciente se somete a un diagnóstico a tiempo, lo cual es más fácil de decir que de hacer. Dado que no suele haber síntomas antes de la aparición de la diabetes tipo 1 en fase 3, la detección en una fase más temprana requiere pruebas de cribado.

"Con la llegada del teplizumab, es importante que los pediatras y las familias consideren la posibilidad de examinar a los pacientes con riesgo de diabetes tipo 1", explica Smego, incluidos los que tienen antecedentes de enfermedades autoinmunes o antecedentes familiares de diabetes tipo 1. También hay programas de detección que pueden examinar a cualquier persona en busca de estos anticuerpos, independientemente de su riesgo."

Control de la diabetes tipo 1

Una vez diagnosticada la diabetes tipo 1 en fase 3, es hora de que el paciente y su familia aprendan a controlar la enfermedad. Suele ocurrir en un hospital, donde se les enseña a controlar la glucemia y a dosificar la insulina adecuadamente. Los pacientes y sus familias también recibirán instrucciones sobre:

  • Control de la glucemia. Es esencial para dosificar la insulina y conocer la respuesta del organismo. La monitorización puede realizarse con un medidor de glucosa en sangre a determinadas horas del día o con un monitor continuo de glucosa, que transmite la información a un dispositivo.
  • Ingesta de carbohidratos. Contar los hidratos de carbono de los alimentos es fundamental para garantizar el aporte de la cantidad correcta de insulina. Algunos niños, dependiendo de su edad, pueden controlar ellos mismos la ingesta de hidratos de carbono y la dosis de insulina.
  • Mantenerse sano y activo. Se recomienda a los pacientes que se mantengan activos, mantengan un peso saludable, duerman lo suficiente y controlen el estrés y otros problemas emocionales con la ayuda y el apoyo de familiares y amigos.
  • Avances tecnológicos. En los últimos años se han producido avances significativos en el tratamiento de la diabetes tipo 1, como la terapia híbrida con bomba de insulina de circuito cerrado, que ajusta automáticamente la administración de insulina en función de los datos del monitor continuo de glucosa. 

Asegúrese de mantener siempre informado al equipo de atención diabética de su hijo sobre cualquier problema físico, mental o emocional que esté afrontando. A medida que los niños aprendan a convivir con la diabetes, algunas de sus necesidades físicas y mentales cambiarán. Pero contar con la ayuda de profesionales hará que el viaje sea más llevadero y menos estresante.