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Los inmigrantes son especialmente vulnerables a la inseguridad alimentaria

Contacto de Prensa:

Nayeli Hernández

Spanish-Language Communications Specialist, Public Affairs, University of Utah Health

Email: Nayeli.Hernandez@hsc.utah.edu

En Estados Unidos, los inmigrantes son especialmente vulnerables a la inseguridad alimentaria, definida como la falta de acceso a alimentos adecuados para llevar una vida activa y sana. Un nuevo estudio dirigido por investigadores de University of Utah Health revela que millones de hogares de inmigrantes tienen un acceso limitado o incierto a una alimentación adecuada.

Las personas que no son ciudadanos estadounidenses son más susceptibles de padecer inseguridad alimentaria, independientemente de sus ingresos, educación y utilización de las prestaciones del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP). Los resultados sugieren que el simple hecho de no ser ciudadano pone a las personas en riesgo.

El estudio, publicado en la edición del 7 de junio de 2023 de la revista  American Journal of Preventive Medicine (AJPM) Focus, fue dirigido por Nasser Sharareh, Ph.D., profesor asistente de investigación del Departamento de Ciencias de la Salud de la Población de U of U Health. Sharareh, que dejó su hogar en Irán para estudiar en EE. UU. en 2014, conoce de primera mano la inseguridad alimentaria en las comunidades de inmigrantes y los problemas de salud que puede causar.

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Los investigadores de U of U Health determinaron que existen disparidades en la inseguridad alimentaria entre los no ciudadanos y los nacidos en EE.UU., incluso después de ajustar las desigualdades de ingresos, educación, empleo y seguro médico. Crédito: Getty Images.

Basándose en las conclusiones de su equipo, Sharareh afirma: "Aumentar la concienciación sobre los programas de redes de seguridad, en concreto los programas federales de asistencia nutricional, y eliminar el estigma, podría tener un impacto significativo en la reducción de las disparidades de inseguridad alimentaria entre los no ciudadanos y los nacidos en Estados Unidos."

DESCUIDADOS Y SIN ASISTENCIA

Más del 10% de los hogares estadounidenses sufrieron inseguridad alimentaria en 2021, pero no ha quedado claro cuánto empeora el problema para la población inmigrante. Teniendo en cuenta el hecho de que más de 45 millones de inmigrantes viven en Estados Unidos, abordar la inseguridad alimentaria entre los inmigrantes es fundamental para mejorar la salud pública y reducir los costes asociados a la inseguridad alimentaria, afirma Sharareh.

Sharareh y sus colegas recurrieron a datos de encuestas de la Oficina del Censo de EE.UU. para comprender mejor cómo afecta la inseguridad alimentaria a la población inmigrante. Como parte de la Encuesta Nacional de Salud, se preguntó a los encuestados si habían experimentado limitaciones en el acceso a los alimentos de su hogar relacionadas con la falta de dinero. El equipo analizó los datos de más de 63,000 adultos, incluidas personas nacidas en los Estados Unidos, ciudadanos naturalizados de los Estados Unidos y no ciudadanos, que fueron encuestados en 2019 y 2020.

Los investigadores determinaron que existen disparidades en la inseguridad alimentaria entre las personas no ciudadanas y las nacidas en Estados Unidos, incluso después de ajustar las desigualdades de ingresos, educación, empleo y seguro de salud. Por el contrario, los inmigrantes que se han naturalizado ciudadanos de EE.UU. experimentan inseguridad alimentaria en tasas similares a los ciudadanos nacidos en EE.UU..

"Aumentar la concienciación sobre los programas de redes de seguridad, en concreto los programas federales de asistencia nutricional, y eliminar el estigma, podría tener un impacto significativo en la reducción de las disparidades de inseguridad alimentaria entre los no ciudadanos y los nacidos en Estados Unidos."

En concreto, entre las personas con ingresos superiores al 200% del nivel federal de pobreza, los hogares de no ciudadanos y de ciudadanos naturalizados tenían 1,88 y 1,66 veces más probabilidades de sufrir inseguridad alimentaria que los hogares de ciudadanos estadounidenses. La diferencia puede radicar en parte en la capacidad de los ciudadanos estadounidenses para aprovechar mejor unas redes de apoyo social más amplias. Según los autores, el racismo estructural y los barrios desfavorecidos también pueden contribuir a aumentar las tasas de inseguridad alimentaria entre los inmigrantes.

En cambio, el equipo no halló disparidades en la inseguridad alimentaria entre inmigrantes y ciudadanos nacidos en EE.UU. entre los hogares con ingresos muy bajos, inferiores al 200% del nivel federal de pobreza. En estas situaciones, la gente a menudo tiene que elegir entre comida, vivienda, atención sanitaria y otros gastos, y estas experiencias pueden ser similares para los inmigrantes y los nacidos en EE.UU., dice Sharareh.

"Los ciudadanos naturalizados, a pesar de su ciudadanía estadounidense, son considerados menos iguales que los nacidos en Estados Unidos, ya que la desconfianza y la discriminación contra ellos se han puesto de manifiesto en diversas políticas antiinmigración", señalan los autores. Añaden que "futuras investigaciones deberían evaluar el impacto de estos factores en las disparidades de inseguridad alimentaria entre inmigrantes y nacidos en EE.UU.".

Un camino hacia delante

La asistencia federal a través del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) puede ayudar a los hogares con bajos ingresos a cubrir sus necesidades alimentarias. De hecho, los investigadores descubrieron que, cuando las personas participaban en el programa, se eliminaban las disparidades de inseguridad alimentaria entre inmigrantes y ciudadanos nacidos en Estados Unidos. Pero muchos no ciudadanos no acceden a esta ayuda. Muchos no reúnen los requisitos para participar en el programa, e incluso los que sí los reúnen a menudo no se inscriben.

Los autores del estudio afirman que diversos factores pueden hacer que los inmigrantes que reúnen los requisitos sean reacios a inscribirse en el SNAP, entre ellos el miedo a la deportación o al estigma social, la preocupación por cómo puede afectar la participación en el programa al proceso de naturalización y las barreras lingüísticas. "SNAP es una red de seguridad muy importante para las personas en situación de pobreza que tienen problemas para alimentar a sus familias, y muchos no ciudadanos pueden ser excluidos de eso", dice Fernando Wilson, Ph.D., autor del estudio y profesor de ciencias de la salud de la población en la U de U Health.

Nasser Sharareh, PhD
Nasser Sharareh, PhD

Los autores estimaron que entre los no ciudadanos en los EE.UU. que no utilizan SNAP y estaban en situación de inseguridad alimentaria, 1,3 millones podrían ser elegibles para SNAP y / o la inscripción y utilización de una despensa de alimentos. "Ahora que estamos documentando una gran diferencia en la inseguridad alimentaria entre los no ciudadanos y los nacidos en EE.UU., ¿qué vamos a hacer al respecto?". dice Wilson. "Si SNAP es una forma directa de abordar y derribar esa diferencia, eso es algo que tenemos que discutir y potencialmente rectificar".

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Además de Sharareh y Wilson, los coautores son Hilary Seligman, Taiwo Adesoba, Andrea Wallace y Rachel Hess. La investigación fue publicada con el título "Food Insecurity Disparities Among Immigrants in the U.S.”.

- Escrito por Jennifer Michalowski