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Inhala, exhale: Cómo controlar el estrés

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Los profesionales de la salud mental han advertido que soportar un estrés extraordinario y unas circunstancias sin precedentes durante varios años tiene efectos duraderos. En el mundo actual, no faltan ni lo uno ni lo otro.

"Los altos niveles de estrés prolongado son particularmente preocupantes porque comenzarán a desafiar su capacidad de afrontamiento", dice Tracy Farley, directora de Servicios de Salud Conductual para Adultos en el Instituto de Salud Mental Huntsman. "Cuando las personas se sienten constantemente abrumadas, a menudo recurren a formas alternativas para hacer frente a su estrés, como el alcohol o las drogas, lo que hará que se sientan peor".

Mejorar nuestra salud mental colectiva requerirá un esfuerzo por parte de todos, pero podemos tomar medidas sencillas ahora para reducir el estrés en nuestra vida cotidiana. Un poco de tiempo y un enfoque en el autocuidado puede tener un gran impacto en nuestra felicidad.

Farley recomienda algunas estrategias rápidas y cotidianas que ayudarán a reducir el estrés y mejorar nuestra propia salud mental:

Practicar la atención plena (mindfulness en inglés)

Mindfulness es vivir con conciencia e intención. Practicar la atención plena significa tomarse un tiempo cada día para descansar, reflexionar y reconectar, construyendo un potente recurso interior que le permite disfrutar de lo bueno, estar presente en su vida y recuperarse del estrés. Otros pueden preferir la oración o la meditación, pero la clave es agudizar la mente y aprender a vivir en el ahora.

Desconecte de la tecnología

Nuestra capacidad para conectarnos con el mundo a través de la tecnología ha ayudado a millones de personas a seguir viviendo su vida durante la pandemia, pero también puede ser una grave fuente de estrés. Tomarse un respiro de las redes sociales, de las noticias, de los mensajes de texto y de las llamadas puede proporcionar una perspectiva valiosa, aliviar la tensión de los titulares estresantes y ayudarle a enfocarse en si mismo.

Mueva su cuerpo

La relación entre la actividad física y la reducción del estrés está establecida desde hace tiempo, pero puede ser difícil motivarse para ir al gimnasio. Considere la posibilidad de empezar con un pequeño paseo por su barrio. Un paseo diario a paso ligero, solo o con los miembros de su familia, al aire libre, puede suponer una gran diferencia. Incluso una breve sesión de actividad aeróbica reducirá la tensión, mejorará su estado de ánimo y disminuirá la ansiedad.

Prepare una comida fácil y saludable

Las investigaciones han demostrado que ciertos alimentos pueden ayudar a reducir el estrés. Entre ellos se encuentran los alimentos sanos y ricos en vitaminas, como el salmón, el quimbombó y las espinacas, junto con algunos favoritos, como el chocolate negro, las patatas y las naranjas. Tomarse tiempo para cocinar y comer una comida favorita también puede ayudar a relajarse después de un día estresante

Acérquese a sus amigos y familiares

Las investigaciones demuestran que las personas más conectadas socialmente tienden a ser más felices, vivir más tiempo y tener menos problemas de salud mental. Mantener sus relaciones cercanas puede mejorar su capacidad para lidiar con el estrés, conducir a una mejor autoestima y reducir los riesgos cardiovasculares.

Recurra a las cosas que le gustan y disfrute

Pregúntese a sí mismo: ¿Qué me ha funcionado en el pasado? ¿Qué me parece esencial? ¿Qué es lo que realmente valoro? Cuando nos estresamos, tenemos una visión de túnel y perdemos de vista cuáles son nuestras prioridades. También olvidamos las habilidades de afrontamiento que nos han funcionado bien en el pasado. Piense en un momento de su vida en el que las cosas iban bien. ¿Qué cosas hacía y qué cosas eliminaba? Los últimos años han sido un reto. Usted es resistente y capaz.

Aunque reducir el estrés en su vida ayudará a beneficiar su salud mental, a veces eso no es suficiente. Si usted o un ser querido necesita ayuda de un experto, no dude en comunicarse.