La mayoría de las personas han oído el término "tratamiento de conductos" o incluso se han sometido a él, pero no saben exactamente en qué consiste.
"He oído a muchos pacientes decir que una endodoncia es cuando el dentista les quita la raíz del diente", dice el dentista Danielle Wingrove, DDS, jefe de sección de endodoncia de la Facultad de Odontología de la Universidad de Utah.
En el tratamiento de conductos no se extrae la raíz del diente, sino la pulpa que hay dentro de la raíz. Retrocedamos unos pasos y conozcamos un poco la anatomía del diente antes de adentrarnos en el procedimiento del tratamiento de conductos.
El funcionamiento interno de un diente
El diente está formado por la corona, que se ve al abrir la boca, y la raíz, que está contenida en el hueso maxilar. La corona del diente consta de tres capas: la capa exterior es el esmalte, la segunda capa se llama dentina y la tercera capa es la pulpa. La raíz tiene capas similares, excepto que no hay esmalte, sino una sustancia de tejido duro diferente llamada cemento.
La pulpa es la misma en la corona y en la raíz del diente. La pulpa está formada por nervios, vasos sanguíneos y tejido conjuntivo. La pulpa es muy importante durante toda la vida del diente, pero especialmente durante su desarrollo. La pulpa proporciona nutrientes y señales a las células de su interior para que produzcan la dentina del diente. Esta dentina constituye la base estructural del diente. Los nervios de la pulpa proporcionan sensaciones dentro del diente, como sensibilidad térmica y localización/movimiento. Estos nervios pueden inflamarse debido a daños en el diente por caries dentales (el término clínico para las cavidades), grietas y traumatismos.
Cuando estos nervios se inflaman, envían señales al cerebro, que las interpreta como dolor. Este dolor puede ser muy intenso y mantenerse durante todo el día.
"Es este dolor el que da tan mala fama a las endodoncias", afirma Wingrove. "La endodoncia ayuda a los pacientes a salir del dolor, pero lo que el paciente recuerda es el dolor previo a la endodoncia. Este dolor también puede hacer que sea más difícil conseguir una anestesia profunda si el profesional no está acostumbrado a tratar con este tipo de dolor."
Cuándo necesita una endodoncia
La gente suele comparar la endodoncia con algunas de las peores cosas que le pueden ocurrir a una persona. "Les digo a los pacientes que la gente sólo cuenta las historias de una endodoncia dolorosa porque una endodoncia sin dolor no es una buena historia", dice Wingrove. "Rara vez oyes a un paciente contar a un amigo la maravillosa endodoncia que le acaban de hacer". Sin embargo, la endodoncia no tiene por qué ser dolorosa y debería ser prácticamente indolora si se hace correctamente.
El proceso de una endodoncia consiste en:
1. Extracción del tejido pulpar de la corona y la raíz del diente
El primer paso consiste en anestesiar profundamente el tejido pulpar. A continuación, el dentista practicará un orificio en la superficie de mordida del diente y accederá al tejido pulpar. A continuación, el dentista utilizará instrumentos muy pequeños para extraer el tejido, así como una pequeña cantidad de dentina dentro del espacio del conducto, para ayudar a eliminar cualquier bacteria que se encuentre dentro del conducto.
2. Desinfección del interior del conducto
Tras extraer el tejido pulpar, se coloca un dique de goma para proteger las vías respiratorias del paciente, así como para mantener limpia la zona alrededor del diente y evitar que la saliva contamine el espacio del conducto.
3. Rellenar el espacio con un material inerte para sellarlo
Una vez que el diente se ha limpiado y moldeado lo suficiente, se rellena con un material inerte llamado gutapercha. Junto con la gutapercha, se coloca un sellador en el conducto.
Los recientes avances en los cementos de silicato cálcico han hecho posible su uso como sellador. Los cementos de silicato cálcico son muy biocompatibles, ofrecen una excelente capacidad de sellado y no se degradan con el tiempo.
"El campo de la endodoncia es muy apasionante", afirma Wingrove. "No dejan de aparecer nuevos avances a medida que aprendemos más y más sobre el tejido pulpar e incluso sobre su capacidad de cicatrización. Durante mucho tiempo se pensó que una vez inflamada la pulpa, había que extirparla. Se está investigando mucho este concepto y la posibilidad de que pueda curarse sin necesidad de tratamiento de conducto."
La prevención es la clave
La mayoría de las endodoncias pueden evitarse y prevenirse. La mayoría de los tratamientos de conductos se deben a la caries dental, que puede prevenirse con una buena higiene bucal, una dieta baja en azúcar y carbohidratos simples, y visitando a su dentista para esas limpiezas y revisiones bianuales.
"Siempre les digo a mis pacientes que si pudiera evitar todas las endodoncias y quedarme sin trabajo, sería muy feliz", dice Wingrove. "No es que no me guste realizar tratamientos de conductos, pero es un procedimiento tan prevenible que me encantaría que la gente cuidara sus dientes y nunca necesitara mis servicios".