Por muy bien que se sienta, sobre todo durante la temporada de alergias, los oftalmólogos advierten que no hay que frotarse los ojos. Puede ser difícil abandonar el hábito, pero saber que puede reducir el riesgo de contagio de infecciones, como el COVID-19 y la conjuntivitis, es un gran incentivo. Otro incentivo es saber que el frotamiento crónico de los ojos puede debilitar o deformar la córnea, la cubierta protectora del ojo, lo que puede provocar una enfermedad denominada queratocono.
David Meyer, O.D., especialista en lentes de contacto del Centro Oftalmológico John A. Moran, ofrece estos antecedentes y consejos.
Por qué frotarse los ojos puede ser peligroso
Cuando las personas enfermas tosen o hablan, pueden liberar gotitas de virus de su boca directamente a la cara de otra persona. Lo más probable es que inhale estas gotitas a través de las membranas mucosas de la boca o la nariz. Pero las gotitas también pueden penetrar a través de las membranas que protegen los ojos, concretamente la conjuntiva, una capa fina y transparente de tejido que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Esto significa que los virus y las infecciones pueden propagarse si alguien se frota un ojo infectado y luego toca a otra persona. Si usa lentes de contacto, también es importante tener en cuenta que puede tocarse los ojos más que una persona normal.
Si tiene que tocarse los ojos, siga estos consejos de higiene
Si tiene ganas de picarse o frotarse el ojo, o incluso de ajustarse las gafas o administrarse un medicamento oftalmológico, siga estos consejos:
- Lávese siempre primero las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
- Utilice un pañuelo de papel en lugar de los dedos si se toca el ojo directamente.
- Considere la posibilidad de añadir gotas hidratantes a su rutina ocular para evitar la sequedad ocular y reducir el roce.
- Consulte a su médico si le pican los ojos debido a alergias. Puede recomendarle gotas específicas para reducir la irritación y el roce.