En cada discusión sobre la experiencia universitaria, surge el tema recurrente de las '15 libras del primer año'. Este término hace referencia al peso promedio que se espera que un estudiante universitario aumente durante su primer año de estudios, y luego luche por reducir a lo largo de su vida. ¿Es realmente así? ¿Tiene que serlo? Bueno, tal vez, pero no necesariamente.
Las "15 libras del primer año" son una generalización, y las experiencias individuales pueden variar mucho. Algunos estudiantes pueden ganar sólo unos kilos, mientras que otros pueden incluso perder peso durante su primer año. La universidad puede ser una etapa de la vida en la que los hábitos saludables pueden mejorar el éxito académico y también ayudar a establecer patrones de estilo de vida duraderos para la edad adulta.
Aquí ofrecemos algunas reflexiones sobre "las 15 libras" y cómo convertirlas en un mito para los estudiantes.
Resulta que las 15 de primer año son en realidad las 5 de primer año...
Por término medio, la mayoría de los estudiantes de primer año engordan entre 3 y 5 libras durante el inicio de la universidad. Sin embargo, en promedio significa que algunos estudiantes de primer año probablemente ganan 15 o más libras. Tanto los hombres como las mujeres experimentan un aumento de peso durante este periodo de tiempo.
El alcohol es un culpable común
Las calorías extra de las fiestas se acumulan. Incluso dos cervezas cada viernes por la noche pueden suponer un aumento de peso de medio kilo al mes. Este es un rápido aumento de peso de 9 a 10 libras durante el año escolar.
Otras calorías líquidas también pueden acumularse rápidamente
Al igual que el alcohol, las bebidas como los refrescos o ese delicioso café con leche que toma por la mañana de camino a clase -que pueden contener entre 10 y 25 cucharaditas de azúcar- pueden suponer entre 150 y 300 calorías más al día. Esto se traduce en más de 4.000 a 8.000 calorías al mes y más de 50.000 calorías al año, lo que equivale a un aumento de peso de más de 5 kilos cada año.
Demasiadas opciones = demasiado para comer
Los estudiantes de primer año suelen vivir en las residencias estudiantiles y tienen acceso a diversas cafeterías del campus. Cuando hay muchas opciones de comida, la gente come más. Es cierto que hay muchas opciones saludables, pero es fácil inclinarse por la pizza y las hamburguesas porque son alimentos que nos resultan familiares.
Además, muchos puestos de comida ofrecen acceso ilimitado a fuentes de refrescos, helados o yogures blandos y cereales ricos en azúcar. Es fácil darse un capricho con alimentos y bebidas que no estaban en la nevera de casa cuando uno iba al colegio.
"Además, a nuestro cuerpo le apetece los dulces y los alimentos con alto contenido calórico en momentos de estrés y fatiga, ya que esto nos da un golpe temporal de dopamina/energía, haciéndonos sentir mejor en ese momento", dice Juliana Simonetti, doctora y codirectora del Programa de Control de Peso de University of Utah Health. "Por desgracia, esta sensación no dura, lo que provoca un bajón de azúcar y el deseo de comer más dulces y alimentos calóricos. En definitiva, se convierte en un círculo vicioso”.
Libertad
No hay padres cerca para mencionar que tal vez quiera una verdura o una ensalada con la comida o miembros de la familia con los que comer en las comidas programadas. Suena bien, pero la estructura es un elemento clave para una nutrición sana. Los estudiantes de primer año a menudo tienen un año de comportamientos hedonistas y desenfrenados o adoptan malos patrones de sueño y alimentación debido a que estudian toda la noche.
Falta de sueño
Los patrones de sueño irregulares y no dormir lo suficiente pueden provocar cambios en el equilibrio hormonal, lo que lleva a un aumento del apetito y cambios en el metabolismo, contribuyendo al aumento de peso. Algunos estudios sugieren que dormir menos de seis horas por noche puede provocar un aumento de peso de hasta medio kilo por semana.
Estrés y vida social
La comida puede ser una forma reconfortante de atiborrarse de sentimientos. Comer es una forma habitual de afrontar el estrés, el aburrimiento o la inseguridad. Comer también es algo que se puede hacer cuando se sale con nuevos amigos y se disfruta de un nuevo entorno. Asegúrese de desarrollar varias formas de afrontar el estrés que no impliquen comer.
Teoría de normalización social
Las investigaciones sugieren que el aumento de peso de los estudiantes de primer año se ha convertido en una "norma social", lo que significa que es algo socialmente esperado y aceptado por los estudiantes y sus familias. Aunque no es el fin del mundo engordar como estudiante de primer año, no tiene por qué ser así. Pongamos fin a esta norma social.