Los tumores en el aparato reproductor femenino son relativamente frecuentes. La mayoría presentan síntomas similares, como dolor y periodos irregulares. Pero, aunque los síntomas sean similares, los distintos tipos de tumores tienen causas, tratamientos y posibles complicaciones diferentes.
"Los tres tipos principales de crecimientos son quistes, pólipos y fibromas", dice Melani Harker, doctora en Medicina y ginecóloga de University of Utah Health. "La única forma de saber cuál puedes tener es con un diagnóstico médico".
QUISTES
Los quistes son los tumores más conocidos del aparato reproductor femenino. Son sacos llenos de líquido que se forman en los ovarios. La mayoría de ellos están relacionados con el proceso de ovulación y se resuelven una vez que ésta se ha producido. Sin embargo, a veces se forman al margen de la ovulación causando presión, dolor y otras complicaciones.
"En algunos casos, el quiste puede romperse y causar dolor intenso y hemorragias", explica Harker. "Otra complicación es la conocida como torsión ovárica, en la que el quiste ha provocado la torsión del ovario".
La mayoría de los quistes ováricos se resuelven por sí solos. En algunos casos es necesario recurrir a la cirugía para extirparlos. En algunos casos, los quistes pueden ser cancerosos, por lo que el tratamiento debe ser oncológico.
FIBROMAS
Los fibromas son tumores benignos en los músculos del útero. Su tamaño puede oscilar entre menos de un centímetro y varios centímetros. Los síntomas de los fibromas suelen incluir menstruaciones abundantes, presión y plenitud pélvica o plenitud de la vejiga.
"Los fibromas también pueden causar calambres intensos durante la menstruación", dice Harker. "También pueden aumentar el riesgo de aborto espontáneo e infertilidad".
El tratamiento de los fibromas depende de la gravedad de los síntomas y de la edad de la mujer. La mayoría de los miomas disminuyen de tamaño tras la menopausia. El dolor de los fibromas puede tratarse a veces con analgésicos de venta sin receta o ciertos tipos de anticonceptivos. En algunos casos pueden extirparse quirúrgicamente.
"Un fibroma que crece rápidamente puede indicar cáncer", dice Harker. "En esos casos, el mioma debe extirparse inmediatamente y hacerse una biopsia".
POLIPOS
Los pólipos son crecimientos en el revestimiento del útero, el endometrio. Los síntomas más frecuentes son menstruaciones irregulares o manchado entre menstruaciones.
"A diferencia de los quistes, es poco probable que los pólipos desaparezcan por sí solos, por lo que es necesario extirparlos quirúrgicamente para aliviar los síntomas", explica Harker.
La intervención quirúrgica para extirpar los pólipos se denomina histeroscopia. Se introduce un tubo delgado con luz a través de la vagina hasta el útero para identificar los pólipos y luego extirparlos. A continuación se hace una biopsia de los pólipos, aunque la mayoría no son cancerosos.
Tanto si se trata de un fibroma, un quiste o un pólipo, el médico puede ayudar a identificar el problema y determinar el mejor tratamiento.
"En el caso de cualquiera de estos tres es mejor que se detecten pronto para reducir el riesgo de complicaciones", dice Harker. "Así que, al primer síntoma, lo mejor es llamar y pedir cita".