Cuando está embarazada, el cuerpo se llena de sorpresas, desde antojos de comida aleatorios hasta una piel radiante o una montaña rusa de emociones. Estas vueltas y revueltas pueden incluso traer noticias alarmantes del médico sobre un embarazo de alto riesgo. Este diagnóstico aterrador puede hacer entrar en pánico a cualquiera. Pero con un plan de tratamiento y algunos cambios saludables en su estilo de vida, puede prepararse para un embarazo y un parto sano.
"Muchas pacientes con embarazos de alto riesgo tienen resultados saludables", dice la doctora Lauren Theilen, profesora adjunta de medicina materno-fetal en University of Utah Health. "Los obstetras especializados en embarazos de alto riesgo trabajan duro para mantener a salvo a las mamás con una serie de factores de riesgo durante todo el embarazo."
Evalúe sus riesgos de salud
Para prepararse para los nueve meses que tiene por delante, revise cualquier problema de salud -incluidos los antecedentes familiares- que pueda causar complicaciones. Algunos de los riesgos de salud más comunes son la diabetes, las complicaciones de embarazos anteriores, ser portadora de varios fetos y la hipertensión crónica. Las tres afecciones más preocupantes son:
- Enfermedades cardíacas: El embarazo hace que el corazón se acelere, lo que supone un grave riesgo para la salud de las personas con enfermedades cardiacas preexistentes. Si no se trata, puede provocar un infarto o un ictus.
- Coágulos de sangre: Un coágulo es una aglomeración de sangre que se forma cuando la sangre pasa de estado líquido a sólido. Debido a los cambios hormonales, las mujeres embarazadas corren un mayor riesgo de sufrir coágulos, que pueden provocar un ictus.
- Preeclampsia: Este tipo de hipertensión sólo se produce durante el embarazo. Sin tratamiento médico, esta afección podría causar graves daños orgánicos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones.
Consejo profesional: Pregunte a su médico si una dosis baja de aspirina infantil es adecuada para usted. También es una buena idea registrar las mediciones de la tensión arterial en casa. Asegúrese de ajustar bien el manguito.
Sepa cuándo debe llamar al médico
Obtenga ayuda inmediata si experimenta los siguientes síntomas:
- Falta de aliento
- Latidos inusuales
- Decoloración en un brazo o una pierna
- Hinchazón o calor en un brazo o pierna
- Náuseas y vómitos intensos
- Dolor de cabeza que no desaparece
- Dolor agudo en el pecho
- Dolor en la parte superior derecha del vientre
- Cambios en la visión
Consejos antes del embarazo
Antes de que la prueba dé positivo, haga balance de sus riesgos de salud y anticípese a cualquier peligro potencial con los siguientes cambios en su estilo de vida:
- Hable pronto con su médico sobre los cuidados prenatales.
- Tome vitaminas prenatales con varios meses de antelación.
- Siga una dieta sana (carnes magras, verduras y cereales).
- Comience una rutina de ejercicios. Un simple paseo diario de 30 minutos puede marcar una gran diferencia.
- Establezca un horario de sueño estable y cúmplalo.
- No consuma drogas recreativas y reduzca el consumo de alcohol.
Lo primero es su salud mental
Como se nos dice a todos cuando viajamos en avión, los cuidadores deben ponerse primero las mascarillas de oxígeno antes de atender a sus seres queridos. Esto también se aplica a su salud mental. Antes de guardar los frascos de medicamentos, hable con su médico sobre los posibles peligros. Puede que le sorprenda descubrir que lo más probable es que estos medicamentos supongan una amenaza mínima o nula para su bebé.
"Cualquiera que padezca ansiedad o depresión debería hablar con su médico antes de decidir innecesariamente dejar de tomar sus medicamentos", dice Theilen. "Cuando se mira el panorama general, los beneficios superan a los riesgos en la mayoría de los casos".
Theilen también anima a las madres a dejar de cargar con la culpa de sus complicaciones de salud, lo que puede causar más estrés y ansiedad.
"Muchas madres se sienten muy culpables cuando tienen una complicación durante el embarazo", dice Theilen. "A menudo, les preocupa: '¿Qué he hecho yo para provocar esto?' Intento responder de manera proactiva a esta pregunta diciéndoles que no han hecho nada para provocarlo y que hablen con su equipo asistencial para obtener más claridad y tranquilidad."