Uno de los aspectos más increíbles de la paternidad es ver crecer y desarrollarse a su hijo. Sin embargo, no es raro que los padres observen ciertas características físicas que pueden ser motivo de preocupación. Se calcula que uno de cada 6.000 bebés nacidos tiene una deformidad congénita del oído externo. Otras deformidades del oído son consecuencia de una lesión o traumatismo en la zona.
¿Qué significa esto para mi hijo?
Muchas deformidades de las orejas son puramente estéticas y no suponen ningún riesgo para la salud del niño. Algunas pueden requerir atención médica adicional, por lo que es importante plantear al pediatra cualquier preocupación que tenga sobre las orejas de su hijo. Aunque no sean peligrosas, las deformidades de las orejas pueden provocar problemas de autoestima, por lo que tratarlas a tiempo puede ayudar a su hijo a evitar esos problemas en el futuro.
"Con las anomalías de las orejas, hay muchas cosas que podemos hacer para ajustar el aspecto, pero algunas sólo se pueden hacer si la anomalía se detecta en las primeras semanas de vida", dice la doctora Sarah Akkina, cirujana plástica facial y reconstructiva de University of Utah Health. "Si se detectan las cosas pronto se puede intentar moldear algunas de las estructuras de la oreja para mejorar el aspecto y evitar tener que hacer cirugías más complejas más adelante".
Los tratamientos más comunes para las deformidades de las orejas son:
- Moldeado de orejas: La mayoría de las deformidades congénitas se manifiestan al nacer, por lo que los padres pueden optar por corregir las orejas de su hijo con un moldeado auricular de inmediato. Este procedimiento consiste en que un médico coloque un molde a medida sobre la oreja del bebé para darle nueva forma en el transcurso de unas dos a cuatro semanas. Lo ideal es hacerlo cuando el bebé es un recién nacido y el cartílago de sus oídos es todavía lo suficientemente blando como para ajustarse.
- Cirugía: La cirugía del oído, u otoplastia, puede ser una opción para los niños que no tuvieron éxito con el moldeado del oído, o para los padres que optan por no perseguir el moldeado del oído. Su médico trabajará con usted para hablar de la mejor opción para la condición particular de su hijo, pero por lo general recomiendan esperar hasta que los niños son alrededor de 5 a 7 años de edad antes de someterse a la cirugía.
"Para los bebés que nacen con una anomalía, ver de inmediato a un especialista es importante para que el moldeado sea una opción, pero desde luego no es el fin del mundo si se pasa ese plazo. Podemos intervenir en cualquier momento, incluso cuando las personas son adultas".
¿Cuáles son los tipos más comunes de anomalías del oído externo?
Las deformidades de las orejas pueden ser congénitas, es decir, presentes al nacer, o adquiridas, es decir, causadas por una lesión o afección en etapas posteriores de la vida.
Deformidades congénitas del oído
- Orejas prominentes: También llamadas orejas de soplillo o prominauris, sobresalen más de dos centímetros del lateral de la cabeza de tu hijo, independientemente del tamaño real de las orejas.
- Orejas constreñidas: Esta deformidad puede variar, pero normalmente consiste en que el borde de la oreja parece doblado.
- Oreja de Stahl: Orejas con forma puntiaguda causada por un pliegue extra de cartílago en la parte externa de la oreja.
- Criptotia: Cuando el cartílago de la parte superior de la oreja parece estar "enterrado" bajo la piel.
- Microtia: en esta enfermedad, el bebé nace con el oído externo poco desarrollado. Los casos van de leves a graves. En los casos graves, el oído externo puede estar completamente ausente. Los grados graves de microtia suelen presentar también pérdida de audición, por lo que es muy importante una intervención y atención médica tempranas.
"Cuando un paciente presenta anomalías más evidentes en el oído externo, queremos asegurarnos de comprobar su audición lo antes posible", afirma Akkina. "La microtia también puede asociarse a algunos síndromes, por lo que es muy importante que esos bebés se sometan a un estudio completo con un equipo médico para asegurarnos de que se les evalúa en busca de otras anomalías o síndromes congénitos."
Deformidades auriculares adquiridas
- Oreja en coliflor: Cuando el oído externo sufre traumatismos repetidos, la sangre se acumula alrededor del cartílago y hace que la oreja tenga un aspecto abultado. Esta afección es frecuente en luchadores, boxeadores y artistas marciales.
- Queloides auriculares: Tras un pequeño traumatismo o lesión, la oreja puede desarrollar tejido cicatricial que puede llegar a ser bastante grande. Los piercings son una de sus causas más frecuentes.
- Hemangiomas auriculares: Son tumores benignos que suelen desarrollarse en la infancia. Suelen resolverse por sí solos. En caso contrario, pueden tratarse con medicación o extirparse quirúrgicamente.
"En caso de traumatismo, consulte a un especialista de inmediato porque hay intervenciones que se pueden hacer pronto y que pueden evitar que se produzcan deformidades peores", dice Akkina. "Acudir a un especialista de inmediato puede ayudarle a entender cuál puede ser la trayectoria del tratamiento".
Por eso, si nota que las orejas de su hijo tienen un aspecto diferente, no se asuste. Consulte a su pediatra para obtener un diagnóstico y hablar sobre las opciones de tratamiento para garantizar el desarrollo y bienestar óptimos de su hijo.