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Cómo calmar los sofocos

Es tarde por la noche, y está completamente despierta empapada en sudor y con el calor recorriéndote el cuerpo. Mientras su corazón se acelera, se pregunta: "¿Qué está pasando? ¿Es el calor del verano o acabo de sufrir un sofoco?".

Si esta situación le resulta familiar, no está sola. Alrededor del 60-80% de las mujeres de mediana edad experimentan sofocos (también conocidos como síntomas vasomotores) durante la perimenopausia y la menopausia, un periodo natural en el que los ovarios dejan de liberar óvulos y la menstruación termina.

"Todas las mujeres pasan por la menopausia; no se considera una enfermedad, sino más bien un acontecimiento normal de la vida", dice Molly Beck, DNP, enfermera practicante de salud de la mujer en Universidad de Utah Health. "Tradicionalmente, la mediana edad es una época ajetreada y caótica en la vida de una mujer, en la que los hijos siguen en casa y la carrera profesional prospera. Sin embargo, es imperativo recordar que su cuerpo está cambiando, de forma similar a la pubertad o el embarazo. Este nuevo "yo" requiere una adaptación activa, y es importante buscar atención médica para los síntomas que son perturbadores o que afectan a su calidad de vida.

¿Qué exactamente es un sofoco?

Los sofocos pueden deberse a diversos trastornos médicos, pero suelen ser el primer signo revelador de la perimenopausia. A día de hoy no se conoce del todo el mecanismo subyacente de los sofocos, sobre todo porque algunas mujeres no los experimentan en absoluto. Sin embargo, los investigadores sí saben que estas olas de calor internas se producen cuando las hormonas, que fluctúan rápidamente, desconectan el complejísimo termostato interno del cuerpo.

Los ntomas más comunes son:

  • Calor intenso que recorre el pecho, el cuello y la cara.
  • Ritmo cardíaco acelerado y oleada repentina de ansiedad. 
  • Apariencia enrojecida con la piel enrojecida y manchada. 
  • Sudoración profusa (conocida como "sudores nocturnos") mientras se duerme. 
  • Escalofríos posteriores al sofoco debidos a una pérdida excesiva de calor corporal

Nota: Los episodios suelen durar entre 30 segundos y cinco minutos y pueden repetirse varias veces al día.

¿Qué exactamente es un sofoco?

Los sofocos pueden deberse a diversos trastornos médicos, pero suelen ser el primer signo revelador de la perimenopausia. A día de hoy no se conoce del todo el mecanismo subyacente de los sofocos, sobre todo porque algunas mujeres no los experimentan en absoluto. Sin embargo, los investigadores sí saben que estas olas de calor internas se producen cuando las hormonas, que fluctúan rápidamente, desconectan el complejísimo termostato interno del cuerpo.

Los ntomas más comunes son:

  • Calor intenso que recorre el pecho, el cuello y la cara.
  • Ritmo cardíaco acelerado y oleada repentina de ansiedad. 
  • Apariencia enrojecida con la piel enrojecida y manchada. 
  • Sudoración profusa (conocida como "sudores nocturnos") mientras se duerme. 
  • Escalofríos posteriores al sofoco debidos a una pérdida excesiva de calor corporal

Nota: Los episodios suelen durar entre 30 segundos y cinco minutos y pueden repetirse varias veces al día.

¿Cómo puede ayudar la terapia hormonal?

La Terapia Hormonal para la Menopausia (THM) se conoce como el estándar de oro para controlar los sofocos y muchos otros síntomas de la menopausia. Esta medicación de venta con receta incluye estrógenos y progesterona (las mismas hormonas que producen normalmente los ovarios durante la edad reproductiva) para regular el ritmo hormonal del organismo.

"La THM es el tratamiento de primera línea para los síntomas vasomotores molestos y perturbadores, y su aprobación por la FDA se remonta a la década de 1940", afirma Beck. "Además de tratar los síntomas menopáusicos, la MHT también puede prevenir la osteoporosis y reducir los riesgos de diabetes, cáncer colorrectal y demencia".

Como ocurre con muchos medicamentos con receta, la MHT no está recomendada para todo el mundo. Si tiene antecedentes de ciertos tipos de cáncer, coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares o cardiopatías, hable con su médico sobre sus riesgos y las opciones de tratamiento alternativas.

¿Qué más puedo hacer para refrescarme?

Los cambios en el estilo de vida junto con la THM pueden aliviar significativamente esos incómodos episodios de sudoración. Aquí le presentamos algunos hábitos saludables que pueden ayudarle a mantener la calma:

  • Limitar la cafeína y el alcohol
  • Evite los alimentos picantes
  • Lleve ropa fresca y transpirable
  • Lleve un ventilador portátil
  • Manténgase alejado del sol abrasador 
  • Haga ejercicio a diario y siga una dieta sana 

Beck también recomienda practicar técnicas de autocuidado y relajación para controlar la ansiedad, que puede desencadenar sofocos. Algunas opciones son: 

  • Mindfulness: Es un tipo de meditación que consiste en permanecer en el momento presente y estar en sintonía con los sentidos y los sentimientos. Las técnicas incluyen ejercicios de respiración e imágenes guiadas. 
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Se trata de una forma de terapia conversacional diseñada para cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento. La TCC es una herramienta eficaz para tratar una serie de trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión.
  • Hipnosis clínica: También conocida como hipnoterapia, esta opción de tratamiento cambia el estado de conciencia del paciente y aumenta la relajación. Bajo la supervisión de un profesional sanitario cualificado, la hipnosis puede ayudarle a afrontar mejor la ansiedad y el dolor. 

No sufra en silencio

Cada mujer experimentará la perimenopausia y la menopausia de forma diferente, de forma parecida a las distintas experiencias de las mujeres durante el embarazo o el posparto. Algunas pueden experimentar síntomas mínimos, mientras que otras pueden sufrir trastornos diarios. Si sus síntomas afectan a su vida diaria, hable con su médico sobre el tratamiento. Tenga en cuenta que los sofocos pueden persistir de cinco a siete años, e incluso más. Es mucho tiempo para sobrellevarlo sola.

"La menopausia y la pérdida de las hormonas estrógeno y progesterona pueden afectar a todos los sistemas corporales", afirma Beck. "Sus síntomas no están sólo en su cabeza. Si tiene dificultades, sepa que no está sola. Los profesionales sanitarios especializados en menopausia le escucharán y, lo que es más importante, le creerán."