Es otro día de verano y no se ve el final de las temperaturas abrasadoras. Incluso con el aire acondicionado a tope, a veces no es suficiente para combatir el calor, sobre todo a la hora de dormir.
Entonces, ¿cómo mantenerse fresco al acostarse?
La ciencia del sueño y el calor
La temperatura corporal está relacionada con el sueño. De hecho, usted está más somnoliento cuando su temperatura corporal desciende. Este proceso se corresponde con su cerebro y el ritmo circadiano, el reloj de 24 horas que determina cuándo es más probable que esté despierto y dormido.
"Cuando usted está dormido, su temperatura corporal disminuye de forma natural”, dice Kelly Baron, PhD, psicóloga clínica y especialista en medicina conductual del sueño en el centro la University of Utah Health Sleep | Wake Center. "Su temperatura corporal más baja es de alrededor de dos a tres horas antes de su hora natural de despertar".
El control de la temperatura corporal es diferente cuando se está en fase REM. Cuando se pasa por un ciclo REM, la regulación de la temperatura corporal es menor, lo que puede explicar por qué algunas personas sudan más o tienen más calor mientras duermen.
Compruebe su atmósfera de sueño
Descansar bien por la noche empieza con la combinación adecuada: una habitación fresca y una cobija caliente.
"Si la habitación está demasiado caliente, o si su cuerpo está demasiado caliente, eso podría interferir a la hora de conciliar el sueño o de permanecer dormido", dice Baron.
Según la Fundación del Sueño, la temperatura perfecta para dormir es de 65 a 68 grados Fahrenheit. Aunque no todo el mundo pueda mantener su casa tan fría durante esos brutales días de verano, tenga la seguridad de que aún puede dormir bien.
"Dormirse es un momento de vulnerabilidad", dice Baron. "Tiene que estar relajado y receptivo para conciliar el sueño. Si está incómodo -ya sea por demasiado calor, demasiado frío, picazón o hambre- todas esas cosas pueden interferir con su capacidad para relajarse y dejar que el sueño suceda."
Factores fisiológicos a tener en cuenta
Si se despierta con frecuencia acalorado o le cuesta conciliar el sueño, tenga en cuenta algunos de estos factores fisiológicos:
- Condiciones médicas
- Medicamentos
- Sofocos de la menopausia o la perimenopausia
- Enfermedad
- Composición corporal
Si el sueño es una lucha constante, puede que haya llegado el momento de hablar con su médico o con un especialista del sueño.
Mantenga la frescura con estos consejos
Para asegurarse de que descansa lo mejor posible durante los meses de verano, tenga en cuenta estos remedios caseros:
- Buena ventilación: Una habitación bien ventilada puede marcar la diferencia. No deje de poner un ventilador, una unidad portátil de aire frío o abra la ventana cuando refresque lo suficiente.
- Invierte en ropa de cama y de dormir transpirable: Su almohada, sábanas, fundas y pijama pueden marcar una gran diferencia. El algodón, el lino o el bambú son tejidos más frescos.
- Evite ducharse o bañarse con agua caliente justo antes de acostarse: En su lugar, dúchese o báñese unas dos horas antes de acostarse para sentirse más somnoliento.
- Cierre las cortinas: Evitar que entre la luz del sol ayuda a mantener la habitación fresca y crea un ambiente oscuro y relajante para dormir.
- Evite hacer ejercicio justo antes de acostarse: Puede llevar algún tiempo bajar la temperatura corporal después de hacer ejercicio en un día caluroso de verano. Adelantar el entrenamiento puede ayudarle a descansar mejor por la noche.
- Considere la posibilidad de echar a sus mascotas de la cama: Los animales son grandes fuentes de calor. Es mejor dejarles dormir en su propio espacio.