Un infarto es un acontecimiento médico grave. Pero ¿sabía que es posible sufrir un infarto y ni siquiera darse cuenta? Los infartos silenciosos presentan pocos o ningún síntoma, o síntomas que quizá no relacione con un infarto. La atención médica inmediata es importante para recuperarse y evitar problemas de salud mayores. Comprender los factores de riesgo y los signos de un infarto silencioso es crucial para la salud de su corazón.
¿Qué se siente?
Un infarto se produce cuando un coágulo bloquea el flujo de sangre al corazón, lo que significa que el músculo cardiaco no recibe suficiente oxígeno. Un infarto silencioso no deja de ser un infarto, y no tratarlo puede acarrear consecuencias negativas para la salud en el futuro, como un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca u otro infarto.
Pero si este tipo de infarto presenta pocos o ningún síntoma, ¿cómo sabrá que debe recibir atención médica?
Las personas que han sufrido un infarto silencioso suelen manifestar lo siguiente:
- Fatiga
- Indigestión
- Sensación de gripe
- Dolor muscular en el pecho o en la parte superior de la espalda
- Dolor en la mandíbula, los brazos o la parte superior de la espalda
"Especialmente en grupos como las mujeres, los adultos mayores y las personas con diabetes, veremos síntomas que no asociamos típicamente con los ataques al corazón", dice la doctora Tanya Wilcox, cardióloga de University of Utah Health. "Los síntomas gastrointestinales, como el reflujo ácido, las náuseas o los mareos, podrían ser manifestaciones de un infarto que no asociaríamos clásicamente con los síntomas típicos de la angina de pecho".
¿Estoy en peligro?
Al igual que ocurre con los infartos tradicionales, las personas con los siguientes factores de riesgo son más susceptibles de sufrir un infarto silencioso:
Sobrepeso u obesidad
Un estilo de vida sedentario
Enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide
Dieta rica en sodio, colesterol y grasas
Consumo de tabaco
Antecedentes familiares de cardiopatías
Ser hombre mayor de 45 años
¿Qué ocurre si sufro un infarto silencioso?
Si cree que ha sufrido un infarto silencioso, su médico puede comprobar si hay ruidos extraños en el corazón y los pulmones. A continuación, le harán una serie de pruebas diagnósticas y confirmatorias mediante análisis de sangre, electrocardiogramas, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas.
"Este síndrome puede ser más complicado de diagnosticar, por lo que la realización de una prueba que sugiera que puede haberse producido un infarto no significa que sea definitivo", afirma Wilcox. "Si se está sometiendo a este estudio, es conveniente que colabore con su médico y espere a que se realicen las pruebas definitivas".
La vida después de un infarto silencioso
Enterarse de que ha sufrido un infarto sin darse cuenta puede ser angustioso. Aunque no puede cambiar algunos factores de riesgo, como la edad o los antecedentes familiares, sí puede modificar su estilo de vida para reducir el riesgo de sufrir otro infarto, un derrame cerebral o una cardiopatía.
Su equipo de cardiología trabajará con usted para hacer los mejores planes, pero probablemente le recomendarán:
- Actividad física regular
- Dejar el tabaco
- Reducir el consumo de alcohol
- Seguir una dieta cardiosaludable
- Alcanzar un peso saludable
Asegúrese de seguir las instrucciones de su médico sobre la medicación que debe tomar y acuda regularmente a las citas médicas.
"El estilo de vida y la medicación son los factores más importantes para prevenir futuros episodios cardiacos, más que cosas como los stents o la cirugía", afirma Wilcox.
"Cuando el médico le recomienda medicación, ésas son las cosas que ayudarán a las personas propensas a padecer cardiopatía isquémica a mantenerse sanas, evitar el ingreso en el hospital y vivir más tiempo".