Cuidar de un familiar enfermo o anciano puede ser agotador, especialmente cuando las enfermedades crónicas pueden durar meses o años. Por mucho que usted quiera a esa persona, cuidarla puede ser un trabajo a tiempo completo que requiere tiempo, dinero y trabajo, todo ello mientras experimenta la lucha emocional que supone el malestar de su ser querido.
Si se siente abrumado, no está solo. Mientras cuida de otro, sus necesidades también importan. Pero hay formas de ser cuidador y seguir cuidando de uno mismo. Relacionarse con otras personas y obtener apoyo puede aliviar parte de la presión.
Echo Warner, PhD, investiga las experiencias de los cuidadores familiares para encontrar qué necesitan y cómo ayudarles. Esto es lo que ha aprendido:
El aislamiento social es frecuente
Cuidar de un ser querido lleva tiempo, lo que puede dificultar encontrar oportunidades para relacionarse con amigos. Trasladarse para cuidar a la familia puede dificultar aún más la creación de una red social. Según Warner, los sentimientos de soledad o aislamiento social son especialmente comunes entre las personas que viven en zonas rurales y los cuidadores de entre 20 y 40 años.
"Una parte normal del desarrollo en esta franja de edad es la conexión social, encontrar el propio lugar en el mundo y convertirse en una persona propia, separada del hogar y los valores de la infancia", dice Warner. "Ese desarrollo social se ve tan afectado cuando un adulto joven tiene que -o elige- dejar de lado esas aspiraciones y oportunidades para cuidar de otra persona".
La tecnología puede ayudar a conectar
Encontrar formas de hablar con otras personas que están en la misma situación puede ayudar a reducir la sensación de aislamiento y proporcionar un valioso apoyo emocional, afirma Warner. Las videollamadas pueden proporcionar una conexión significativa si la distancia física o la falta de tiempo dificultan hablar en persona.
"Una de las experiencias más importantes y valoradas de los cuidadores con los que he hablado es su capacidad para conectar con otras personas que lo entienden", afirma Warner. "La videoconferencia sirve de puente. Podemos mantener este tipo de conversaciones de una forma que hace 10 ó 20 años ni se nos habría ocurrido."
Las redes sociales tienen sus ventajas
Warner descubrió que las redes sociales también pueden ser una forma sorprendentemente eficaz de recibir apoyo emocional. Muchos de los cuidadores con los que ha hablado "se han quedado asombrados de la cantidad de gente que ha salido de la nada para apoyarles, porque estaban dispuestos a compartir su experiencia en Internet", afirma.
Sin embargo, el uso de las redes sociales tiene sus riesgos. La investigación de Warner ha encontrado que los cuidadores a menudo se enfrentan a información errónea y respuestas incómodas o poco sinceras, como las que minimizan las experiencias de los cuidadores. Warner recomienda examinar detenidamente la información médica que se encuentre en Internet, y preguntar al médico sobre la información de la que no se esté seguro.
Pero en general, dice Warner, las redes sociales pueden ser una herramienta valiosa para conectar con otras personas que se enfrentan a circunstancias similares. Utilizar las redes sociales para crear grupos privados con aliados de confianza puede ayudarle a comunicar sus necesidades a las personas que se preocupan por usted. "Ayuda a los cuidadores a sentirse vistos", añade Warner. " les ayuda a saber que no están solos en su experiencia como cuidadores".
Encuentre formas de comunicar sus necesidades
Warner añade que, para los cuidadores, es crucial encontrar una forma de hablar con amigos y familiares sobre los retos. "La gente no puede ayudar si no sabe que lo estás pasando mal", dice. "Pero es difícil hacerlo. Es muy difícil decir: 'Tengo problemas y necesito ayuda'".
Una vez más, la tecnología puede facilitar la comunicación. Puede utilizar aplicaciones que permiten hacer un seguimiento de necesidades específicas -desde dinero para gasolina hasta entrega de comida o alguien que cuide a los niños durante unas horas- y compartir esa lista con amigos de confianza para que las redes de apoyo de las personas puedan hacer el mayor bien posible.
"Tener cosas pequeñas y concretas en las que otros puedan ayudar puede ser realmente bueno", dice Warner. Agrega que las redes de apoyo a menudo están más dispuestas a ayudar de lo que se podría esperar, y si saben cómo pueden apoyar mejor a los pacientes y cuidadores, lo harán. "La gente quiere ayudar".