Descargar el folleto, "Consejos Para Separar La Realidad de La Ficcíon en Las Vacunas COVID-19."
A pesar de lo que sugieren algunos artículos en línea y medios de comunicación social, las vacunas Covid-19 no contienen dispositivos de rastreo, ni causarán infertilidad o alterarán su ADN. Esas y otras afirmaciones sobre las vacunas simplemente no son ciertas.
De hecho, una gran cantidad de investigaciones científicas demuestran que las vacunas son seguras y muy eficaces para evitar que se enferme gravemente. Sin embargo, algunas personas no reciben la protección que necesitan porque creen que los mitos sobre las vacunas son ciertos.
"A diferencia de muchos otros tipos de desinformación, la desinformación sobre la salud en torno a las vacunas puede tener daños reales e inmediatos, pudiendo incluso provocar una muerte evitable", afirma el experto en desinformación el Doctor Ben Lyons, Profesor Adjunto de Comunicación en la Universidad de Utah.
Por desgracia, no siempre es fácil distinguir la realidad de la ficción. Lyons ofrece consejos sencillos que pueden ayudar. Si todavía no está seguro de que la información sobre las recomendaciones sanitarias sean correctas, es mejor frenar la difusión de la posible información errónea optando por no compartirla. Si tiene dudas, hable con su médico de confianza.
Asegúrese de desplazarse por debajo de la infografía para leer las explicaciones completas.
Examine la fuente
Un artículo o una publicación en las redes sociales puede estar lleno de información que parezca convincente, pero eso no significa necesariamente que sea exacta. Antes de creer cualquier cosa que lea, evalúe si la fuente es una autoridad reconocida en el tema. Puede confiar en las organizaciones de noticias que comprueban sus contenidos (por ejemplo, AP Noticias, UPI, BBC, CNN); organizaciones sanitarias de renombre (por ejemplo, Mayo Clinic, U of U Health); agencias gubernamentales de salud (por ejemplo, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, departamentos de salud estatales), y los expertos en la materia de esas organizaciones.
Si no está familiarizado con la fuente, evalúe otra información que haya emitido, incluyendo los enlaces y las afirmaciones, para ver si parecen creíble. Si no se puede saber quién es el autor del contenido en cuestión, es una señal de alarma. Lea la información de forma crítica, y piénselo dos veces antes de compartirla.
Examine las cualificaciones del "experto"
Cuando lea las publicaciones en las redes sociales y las noticias sobre salud, o hable con alguien, recuerde que no todas las personas -aunque tengan un título médico o de posgrado- son expertos en el tema en cuestión. La salud pública, las enfermedades infecciosas y las vacunas, son temas complejos. Dé más importancia a los expertos que entienden los matices y se mantienen al día con la información más reciente, incluyendo los virólogos, los especialistas en enfermedades infecciosas, los epidemiólogos y los médicos de atención primaria.
Lea más allá del titular
Con demasiada frecuencia, los titulares se escriben con el objetivo de evocar una fuerte reacción e impulsar al lector a compartir el artículo. Eso significa que no siempre reflejan con exactitud los puntos principales del artículo correspondiente o los matices importantes del mismo. Tanto si se trata de una publicación en las redes sociales como de un titular de prensa, hay que leer todo el artículo para asegurarse de que contiene información sólida que uno se siente cómodo compartiendo
Busque pruebas sólidas que respalden las afirmaciones
Un artículo fiable tendrá un enlace a la fuente original que respalda las afirmaciones subyacentes. Busque enlaces que lo dirijan a estudios publicados en revistas científicas o médicas acreditadas y revisadas por expertos. Si el artículo no incluye la fuente original, o si en su lugar remite a blogs, páginas web personales o empresariales, o a estudios no relacionados, cuestiona la validez de la información que estás leyendo.
Compruebe la fecha
La información está cambiando rápidamente a medida que la investigación científica cada día revela más sobre el coronavirus, la enfermedad Covid-19, y las vacunas. Además, la pandemia sigue evolucionando cada semana en todo el mundo. Teniendo esto en cuenta, la información sanitaria actualizada va a ser más fiable que el contenido que se publicó hace varias semanas, meses o años. Desconfíe de los artículos sin fecha.
Cuidado con las tácticas de miedo
¿Alguna vez un medio de comunicación social o una publicación en un blog le ha hecho sentir una emoción fuerte como la ira, la ansiedad o el miedo? Si es así, mire con detenimiento antes de tomar el mensaje subyacente con preocupación. ¿Parece que el lenguaje está escrito con el objetivo de impactar o provocar? ¿Las imágenes que lo acompañan son alarmantes? ¿Se basa el mensaje en historias anecdóticas más que en datos? Si es así, examine la fuente y las afirmaciones subyacentes.
Piense antes de compartir
Es tentador compartir las noticias de última hora o las publicaciones populares en las redes sociales, pero recuerde que la información falsa se propaga más rápido que las correcciones de la información inexacta. Antes de difundir la noticia, espere a ver si otras fuentes fiables llegan a las mismas conclusiones de forma independiente. Los comentarios de otros lectores pueden ser informativos. A veces, expertos cualificados corregirán la información errónea o proporcionarán un contexto importante que sitúe la información bajo una luz diferente.
Sea escéptico, no cínico
Es bueno ver las noticias con escepticismo, pero llevar esta noción demasiado lejos podría significar que nada parece creíble, ni siquiera la información sólida. Si varias fuentes fiables llegan a conclusiones similares basadas en datos respaldados por diversos expertos, lo más probable es que se trate de información correcta.
"Aunque a veces tengamos que comprobar nuestra primera impresión, y nos cueste un poco más de trabajo para encontrarla, la búsqueda de información precisa es importante cuando se trata de mantenernos a salvo, a nosotros mismos y a los que nos rodean."
Doctor Ben Lyons