¿Recuerda cuando los teléfonos sólo servían para hacer llamadas? Ahora, sobre todo en el caso de los adolescentes, los teléfonos celulares son para pegar los ojos a una gran variedad de pantallas de redes sociales. Hoy en día, el adolescente típico pasa hasta siete horas y 22 minutos al día en las redes sociales.
Las redes sociales tienen sus ventajas, como el entretenimiento y la autoexpresión. Pero también pueden ser perjudiciales para la salud mental.
Los malos consejos se han instalado en las redes sociales
"Los adolescentes son particularmente propensos a la desinformación en las redes sociales que tiene un efecto negativo en su salud mental", dice Laura M. White, PhD, MS, psicóloga de niños y adolescentes en el Instituto Huntsman de Salud Mental de University of Utah Health. "Hay tanta gente en las plataformas de medios sociales dando consejos inexactos y perjudiciales sobre la salud mental, qué medicamentos tomar y diagnósticos médicos".
Además, existen posts y vídeos que promueven la autolesión y el consumo de sustancias.
"Por desgracia, los cerebros de los adolescentes aún están en desarrollo, por lo que les cuesta reconocer que lo que ven en Internet es sesgado, inexacto y posiblemente peligroso", afirma White.
Las redes sociales y la depresión
La comparación social de los adolescentes a través de las redes sociales se ha relacionado con síntomas de depresión. Incluso ver las fotos de otros puede provocar un descenso de la satisfacción vital. Cuanto más tiempo pasan los adolescentes en las redes sociales, más creen que sus compañeros son más felices que ellos, y menos satisfechos están con su propia vida.
"Los adolescentes ansían la aceptación de sus compañeros, pero también son ingenuos e impulsivos, lo que puede llevarles a compartir fotos íntimas y detalles sobre sus vidas", afirma White. "Compartir así pone a los adolescentes en alto riesgo de ser acosados, ciberacosados, chantajeados o incluso aprovechados por depredadores online".
Menos redes sociales y más ser social
En realidad, las redes sociales no son tan sociales. El tiempo que su hijo pasa en las redes sociales es tiempo que no pasa en persona con sus amigos. Las redes sociales pueden provocar aislamiento social. Reunirse con amigos es fundamental para desarrollar habilidades sociales y construir una autoestima positiva.
Como padre, ¿qué puede hacer?
White aconseja a los padres que mantengan una conversación sincera y abierta con sus hijos adolescentes sobre el uso saludable de las redes sociales.
Considere la posibilidad de establecer estos objetivos con su hijo:
- Establezca límites de tiempo razonables para ver las redes sociales. Fomente que el dormitorio sea una zona libre de celulares por la noche. White recomienda encarecidamente a los padres que hagan que sus hijos entreguen todos los aparatos electrónicos (teléfono, tableta, etc.) por la noche.
- Establezca restricciones sobre los sitios web o contenidos que el adolescente puede ver. Además, supervise las cuentas de su hijo y establezca alertas de ubicación. Bark es un ejemplo de aplicación que permite a los padres establecer límites tecnológicos saludables con controles parentales.
- Sea un buen ejemplo. Si usted navega mucho por su celular, su hijo adolescente no seguirá sus consejos.
NO DUDE EN PONERSE EN CONTACTO
Si le preocupa el uso que hace su hijo adolescente de las redes sociales, no dude en hablar con un ser querido sobre lo que siente o comuníquese con una línea de ayuda.
Si usted o alguien que conoce sufre una crisis de salud mental, llame o envíe un mensaje de texto al 988, que ofrece atención compasiva de fácil acceso para personas que sufren cualquier tipo de crisis de salud mental, incluidos pensamientos suicidas, autolesiones y consumo de sustancias, o cualquier angustia emocional propia o de sus seres queridos.