La palabra "bacterias" tiene mala reputación, ya que evoca imágenes de infección o enfermedad. Pero ¿sabía que las bacterias buenas de su cuerpo le ayudan a mantenerse sano? Se trata de los probióticos, una combinación de bacterias y levaduras vivas que viven en nuestro organismo de forma natural, pero que también pueden encontrarse en determinados alimentos y suplementos.
"Las bacterias buenas ayudan a mantener la neutralidad en nuestro organismo", afirma Danielle Wrubel, estudiante de postgrado de nutrición y dietética en la Universidad de Utah. "Las bacterias buenas ayudan a combatir las bacterias malas, por eso es importante ayudar a construir las bacterias buenas en el cuerpo”.
Obtenga su dosis de probióticos
Puede encontrar suplementos probióticos sin receta en la mayoría de farmacias y tiendas de alimentación. Los suplementos suelen ser seguros para la mayoría de las personas, pero pueden provocar efectos secundarios leves, como problemas gastrointestinales, al empezar a tomarlos.
"Existen muchos suplementos, y puede resultar difícil saber cuál es el adecuado, porque contienen distintas cepas de bacterias o pueden ser dosis muy altas", explica Wrubel.
Si no quiere tomar un suplemento, Wrubel recomienda adoptar el enfoque "Food First" (Comida Primero) e incorporar estos alimentos a su dieta para obtener una dosis diaria de las bacterias buenas:
- Yogur
- Kéfir
- Alimentos fermentados como chucrut, kimchi o tempeh
- Miso
- Encurtidos fermentados
- Kombucha
- Pan de masa fermentada
Los probióticos juegan un papel importante
El beneficio más conocido de los probióticos tiene que ver con la salud intestinal, ya que ayudan a digerir los alimentos, producen vitaminas e incluso pueden destruir las células que causan enfermedades. En el interior del aparato digestivo viven unos 100 billones de bacterias, y los probióticos pueden ayudar a mantener la armonía en este complejo entorno.
Pero cuando las bacterias malas superan en número a las buenas, puede enfermar o agravar ciertas afecciones, como:
- Síndrome del intestino irritable (SII)
- Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
- Diarrea
- Estreñimiento
Los probióticos pueden ser especialmente útiles tras una infección bacteriana y la prescripción de un régimen de antibióticos. Los antibióticos matan tanto las bacterias malas causantes de la enfermedad como las buenas, lo que puede alterar el equilibrio intestinal y provocar problemas gastrointestinales como la diarrea. Tomar un suplemento probiótico o consumir muchos alimentos ricos en probióticos puede ayudar a restablecer este equilibrio.
Sin embargo, los probióticos pueden ayudar en otras partes del cuerpo además del tracto gastrointestinal. Todavía se está investigando cómo ayudan exactamente los probióticos a determinadas afecciones médicas, pero algunas de ellas pueden ser útiles:
- Infecciones por hongos
- Infecciones urinarias
- Infecciones de las vías respiratorias altas (como en los oídos o los senos paranasales)
- Enfermedades de las encías
- Eczema
- Cólicos del lactante\
Estudios recientes han descubierto incluso que los probióticos pueden ayudar a mejorar la función cognitiva y regular el estado de ánimo.
¿Demasiado de una cosa buena?
Dado que los probióticos ya existen de forma natural en el organismo, en general se consideran seguros, sobre todo en forma de alimentos. Los suplementos pueden causar efectos secundarios gastrointestinales leves durante los primeros días de tomarlos, y ciertos grupos deben evitarlos debido al riesgo de infección, incluidas las personas que:
- Tiene el sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, alguien que esté recibiendo quimioterapia)
- Se está recuperando de una operación
- Tiene una enfermedad muy grave
En caso de duda, pregunte a su médico si es seguro tomar probióticos. Los suplementos podrían interferir con otros medicamentos que esté tomando, y consulte siempre a su médico antes de tomar algo nuevo si está embarazada o en período de lactancia.
Si tiene un hijo enfermo y está pensando en darle probióticos, hable primero con su pediatra, sobre todo si es un bebé.
En general, la mayoría de la gente no debería tener efectos secundarios negativos al añadir alimentos ricos en probióticos a su dieta. Si no está seguro de por dónde empezar, pruebe cosas sencillas como añadir una taza de yogur al desayuno o cambiar al pan de masa fermentada.
" Tenga curiosidad por algunos de los alimentos ricos en probióticos y pruébelos", dice Wrubel.