El humo de los incendios forestales de verano puede viajar cientos de kilómetros. Con él llegan partículas de tamaño micrométrico compuestas de sólidos y líquidos que causan estragos en nuestra salud y flotan en la atmósfera mucho después de que el humo se haya disipado.
A veces, las partículas pueden afectarnos incluso antes de oler el humo. Además de sus efectos nocivos en la respiración, estas partículas pueden caer y adherirse a nuestros ojos, provocando sensación de quemazón, lagrimeo y enrojecimiento. Para quienes padecen el síndrome del ojo seco, la situación es aún peor. El humo también es un reto para los usuarios de lentes de contacto.
¿Qué efectos tiene el humo de los incendios forestales en los ojos?
"Las lágrimas consisten en un equilibrio de agua, aceite, moco y proteínas", explica la doctora Nishika Reddy, oftalmóloga y especialista en córnea del Centro Oftalmológico John A. Moran de la Universidad de Utah. "En general, las lágrimas lubrican nuestros ojos y proporcionan una importante protección frente a la suciedad, el polvo y las infecciones, pero una alteración del equilibrio puede causar verdaderos problemas". Los gases y partículas del humo pueden causar molestias reales y, a veces, visión borrosa.”
Consejos para prevenir o tratar la irritación causada por el humo en los ojos
Reddy ofrece varias sugerencias para hacer frente al humo de los incendios estivales:
- Si se encuentra en una zona afectada por incendios forestales -o incluso a cientos de kilómetros- permanezca en interiores.
- Para reducir el humo en su casa, cierre las ventanas, encienda el aire acondicionado central (con un filtro limpio), utilice humidificadores en los espacios donde pase más tiempo y utilice un purificador de aire HEPA si dispone de él.
- Refrésquese los ojos con lágrimas artificiales hasta varias veces al día (y guarde las gotas en el refrigerador para que hagan más efecto). Evite enjuagarse los ojos con agua del grifo, ya que puede alterar la composición química de las lágrimas.
- Evite frotarse los ojos.
- Descansa con una toallita suave y fría sobre los párpados cerrados.
- Utilice lentes de protección, gafas envolventes o lentes de sol.
Si la irritación ocular dura más de unos días, o si la visión se vuelve borrosa, Reddy sugiere ponerse en contacto con el oftalmólogo.
"La sequedad de moderada a grave puede dañar la conjuntiva, la membrana que recubre la parte frontal del ojo y el interior del párpado", afirma Reddy. "También puede dañar las células superficiales de la córnea, así que presta especial atención a cualquier visión borrosa y habla con tu médico al respecto".