
Tres consejos para un embarazo saludable después de los 35 años
A pesar de lo que pueda oír sobre el "reloj biológico", muchas mujeres dan a luz a bebés sanos a partir de los 35 años. De hecho, cada vez es más frecuente que mujeres de entre 30 y 40 años se conviertan en madres primerizas.
"Es importante saber que la mayoría de las personas mayores de 35 años tendrán embarazos sanos y sin complicaciones, especialmente si son sanas en general", dice la doctora Lauren Theilen, profesora adjunta de medicina materno-fetal en la University of Utah Health. "Incluso las personas con problemas de salud generalmente pueden tomar medidas para controlar esas condiciones y prepararse para un embarazo saludable".
Si desea quedarse embarazada más adelante, sepa que aún no es demasiado tarde. Aquí tiene algunas medidas que puede tomar para reducir los posibles riesgos para usted y su bebé.
1. Conozca sus riesgos
Las complicaciones del embarazo pueden producirse a cualquier edad, pero algunas son más probables en mujeres mayores de 40 años, entre ellas:
- Pérdida del embarazo
- Cromosomopatías fetales
- Anomalías fetales
- Preeclampsia
- Diabetes gestacional
- Parto prematuro [1]
- Parto por cesárea
"Si está planeando un embarazo, comuníquelo a su proveedor de atención médica para asegurarse de que cualquier medicamento que esté tomando sea seguro para el bebé", dice Theilen. "Algunos incluso pueden considerar una consulta previa al embarazo con un médico de embarazo de alto riesgo para discutir los riesgos previstos y cómo mitigarlos."
Tenga en cuenta que muchas mujeres con embarazos de alto riesgo tienen resultados saludables. Asegúrese de acudir a todos los controles prenatales para prepararse para los nueve meses que le esperan.
2. Prepárese para el bebé
A la hora de planificar el embarazo, la atención preventiva es fundamental. Esto incluye evaluar los riesgos para la salud, incluidos los antecedentes familiares, y acudir a las citas médicas rutinarias.
"Las cardiopatías, la hipertensión y la diabetes son más frecuentes a medida que envejecemos, lo que aumenta aún más el riesgo de embarazo", afirma Theilen. "Estas afecciones pueden examinarse y tratarse si tiene un médico de atención primaria y lo visita anualmente para hacerse revisiones".
He aquí algunos cambios saludables en el estilo de vida que pueden beneficiar enormemente tanto a la madre como al bebé:
- Seguir una dieta sana (proteínas magras, productos frescos y cereales).
- Diga no a la nicotina, el alcohol y las drogas recreativas
- Dormir bien (al menos ocho horas por noche)
- Mantener una rutina de ejercicios diarios (al menos 30 minutos).
- Practicar técnicas de control del estrés, como el yoga y la atención plena.
“Animo a la gente a incorporar la actividad física a su plan de bienestar como forma de disminuir el estrés y mejorar los resultados del embarazo", aconseja Theilen.
3. No se salte las visitas posparto
Aunque se sienta bien después del parto, no se salte las revisiones posparto. Estas citas son vitales para abordar precozmente cualquier posible problema de salud física y mental.
"Las revisiones posparto son una gran oportunidad para hablar de la transición de la atención durante el embarazo a la atención primaria, y para recordar a las pacientes cuándo deben acudir a su médico de atención primaria para someterse a revisiones médicas", explica Theilen. "También nos permite captar cosas como la hipertensión persistente, la hiperglucemia o la depresión que se beneficiarían de un tratamiento".
Durante todo el embarazo, no olvide cuidarse. Mantener una actitud proactiva sobre su salud marcará la diferencia para usted y su pequeño.