Skip to main content

5 consejos de lactancia para madres primerizas

Navegar la vida como una nueva mamá no es nada fácil. Tiene que lidiar con cuidar a un bebé recién nacido, manejar su hogar y encontrar tiempo para alimentarse y bañarse, todo mientras se siente privada de sueño. Añadir dificultades con la lactancia a esta carga ya de por sí agotadora puede ser extremadamente estresante.

La lactancia materna es muy beneficiosa tanto para la madre como para el bebé, pero no resulta natural para todo el mundo. "Creo que a veces, como madres primerizas, sentimos que tenemos que hacerlo todo a la perfección o va a ocurrir algo terrible", dice la doctora Margaret Solomon, médico internista y pediatra de University of Utah Health. "Recomendamos ser amable con una misma, dar el pecho lo mejor posible y reconocer que tanto a usted como al bebé les lleva tiempo entenderlo. No pasa nada si no funciona a la perfección de inmediato".

Si sufre dolor en los pezones, tiene problemas para agarrarse al pezón o su producción de leche es escasa, aquí tiene cinco consejos que le ayudarán a que su lactancia materna sea un éxito.

1. Aliméntelo con frecuencia para mantener el suministro

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), los recién nacidos deben alimentarse cada una o tres horas. El estómago de un recién nacido tiene aproximadamente el tamaño de una canica y puede contener una o dos cucharaditas de leche, por lo que no necesitan mucha cantidad en una sola toma. La clave para aumentar la producción de leche es extraerla con frecuencia, ya sea a través del bebé o de un sacaleches. Esto animará a su cuerpo a seguir produciendo más mediante la liberación de prolactina, una hormona responsable de la producción de leche.

"Si la madre le da al bebé que tome del pecho en la primera hora tras el nacimiento y, a continuación, la madre se extrae leche cada dos o tres horas, la madre producirá la mayor cantidad de leche posible para su niño", afirma Becky Evans, IBCLC, asesora de lactancia de University of Utah Health. "Cualquier cantidad de leche materna que pueda dar a su bebé va a proteger su sistema inmunitario porque le proporciona inmunidad pasiva. Cualquier leche que una madre pueda dar es como una medicina”.

2. Inicie el contacto piel con piel

El contacto piel con piel en las primeras horas y días tras el parto tiene muchas ventajas. Uno de ellos es que favorece la lactancia. Si el bebé está directamente sobre su pecho desnudo, puede animarle a intentar mamar, lo que libera prolactina. También mejora el vínculo entre la madre y el bebé debido a la liberación de oxitocina (la "hormona del amor"). La oxitocina también provoca la subida de la leche. 

3. Asegúrese de que el bebé se agarra correctamente

Las dificultades de agarre suelen ser uno de los motivos por los que las madres dejan de dar el pecho antes de lo previsto. Amamantar con un enganche correcto no debería doler, pero un enganche deficiente puede provocar a la madre dolor, grietas en los pezones y dolor en los pechos, lo que hace que la experiencia de la lactancia sea dolorosa y desagradable. 

"Queremos que la boca del bebé esté bien abierta, con los labios rebordeados, y que el agarre sea profundo y asimétrico, con el pezón y gran parte de la areola en la boca", explica Solomon. "Cuando un bebé no se agarra bien, puede reducir la estimulación del pecho y dificultar la producción de leche en los primeros días".

4. Una nutrición adecuada para la madre también es importante

Cuando se está en pleno posparto, puede ser difícil acordarse de cuidarse. Las madres lactantes necesitan entre 300 y 400 calorías más al día y una hidratación adecuada. Bebe mucha agua y elige alimentos integrales y ricos en nutrientes, como verduras de hoja verde, cereales integrales, fruta y muchas proteínas procedentes de carnes magras, legumbres, frutos secos, huevos o lácteos. Es posible que su médico le recomiende seguir tomando un multivitamínico durante toda la lactancia. Comer y beber lo suficiente le aportará la nutrición que necesita para sentirse con energía.

5. Recurre a una asesora de lactancia

Las asesoras de lactancia son un recurso valioso para las madres que tienen dificultades con la lactancia. Si la lactancia resulta dolorosa o el bebé no gana suficiente peso, busque un especialista en lactancia certificado.

"La gente cree que tiene que arreglárselas sola o que es algo automático, y no siempre es así", dice Evans. "Le sorprendería lo mucho que se puede averiguar en una sesión con un especialista en lactancia".

Tampoco hace falta esperar a que nazca el bebé para consultar a un profesional. Hay muchas clases y recursos de lactancia disponibles para las embarazadas antes de dar a luz.

"Los bebés son imprevisibles, y nunca sabemos cómo nos va a ir", dice Solomon. "Pero cuando las madres tienen la oportunidad de reunirse con alguien y aprender sobre la lactancia y sus retos antes de dar a luz, es más fácil evitar problemas una vez que el bebé está aquí. Eso puede marcar una gran diferencia".