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Rescate a su adolescente de un trastorno alimentario

Los adolescentes suelen tener fuertes reacciones emocionales acompañadas de sentimientos de frustración, agobio, mal humor, cansancio y enfado. Como padre, ¿cómo puede saber si los factores de estrés físico y psicológico han llevado a su hijo adolescente a recurrir a los trastornos alimentarios?

Muchos adolescentes, preocupados por su salud, su peso y su aspecto, pueden obsesionarse con la dieta y el ejercicio y desarrollar un trastorno alimentario. Se desconoce la causa exacta de los trastornos alimentarios. Según la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios (NEDA), los factores de riesgo de todos los trastornos alimentarios implican una serie de cuestiones biológicas, psicológicas y socioculturales. Las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes tienen más probabilidades de sufrir anorexia o bulimia que los chicos adolescentes y los hombres jóvenes, pero los varones también pueden padecer trastornos alimentarios. 

Los varones adolescentes preocupados por su imagen corporal pueden esforzarse por conseguir un cuerpo perfecto haciendo dieta o ejercicio de forma compulsiva. La doctora Kristin Francis, psiquiatra de niños y adolescentes y profesora adjunta del Instituto Huntsman de Salud Mental de la Universidad de Utah, aporta su experiencia para detectar y diagnosticar los trastornos alimentarios, el suicidio y los desencadenantes habituales en los adolescentes. Francis señala: "Los adolescentes a menudo se sienten presionados para aumentar la musculatura y pueden utilizar suplementos para aumentar la masa muscular o para estar “delgados"."

Conozca los trastornos alimentarios más comunes

Los trastornos alimentarios pueden afectar la salud física y mental de una persona y pueden poner en peligro su vida. NEDA identifica los siguientes trastornos alimentarios más comunes:

  • Anorexia nerviosa: se caracteriza por la pérdida de peso y la dificultad para mantener un peso corporal adecuado para la edad, la altura y la estatura.
  • Bulimia nerviosa: un ciclo de atracones y comportamientos compensatorios de vómitos autoinducidos, uso de laxantes, ejercicio o restricción, para aliviar los efectos de los atracones.
  • Trastorno por atracón: el trastorno alimentario más común en Estados Unidos; se caracteriza por episodios recurrentes del consume de grandes cantidades de comida seguido de sentimientos de vergüenza, angustia y culpa.  
  • Otro trastorno alimentario especificado: la categoría para individuos que no cumplen los criterios diagnósticos estrictos de otros trastornos alimentarios pero que siguen teniendo un trastorno alimentario significativo que perjudica su funcionamiento, su estado de ánimo, sus relaciones y su salud.
  • Síndrome de rumiación: enfermedad en la cual un individuo regurgita su comida que no está mezclada con los jugos digestivos, la vuelve a masticar y la vuelve a tragar o la escupe.
  • Ortorexia: describe una obsesión por una alimentación adecuada o excesivamente saludable.Esta obsesión suele dar lugar a una variedad de alimentos y una ingesta cada vez más limitadas y requiere una cantidad cada vez mayor de energía, tiempo y concentración, con consecuencias no deseadas para la salud. 
  • Ejercicio compulsivo: se caracteriza por un ejercicio excesivo y extremo que interfiere significativamente con otras áreas de la vida.
  • Abuso de laxantes: grave y peligroso; implica el uso repetido y frecuente de laxantes para eliminar calorías no deseadas, perder peso o sentirse delgado o vací

Conozca los síntomas de los trastornos alimentarios

Hágale saber a su hijo que está preocupado si nota alguno de los siguientes síntomas:

  • Se slta la mayoría de las comidas
  • Hábitos alimenticios inusuales, como comer en exceso o consumir menos comida de lo habitual
  • Se pesa con frecuencia
  • Cambio de peso extremo
  • Insomnio
  • Estreñimiento
  • Erupción cutánea o piel seca
  • Caries dentales
  • Erosión del esmalte dental
  • Pérdida de calidad del cabello o de las uñas
  • Hiperactividad y gran interés por el ejercicio

Los adolescentes que padecen trastornos alimentarios suelen negar que les ocurra algo y pueden rechazar que le preste atención a sus síntomas. Pueden estar de mal humor, ansiosos, deprimidos, alejarse de los amigos o volverse demasiado sensibles a las críticas. Los adolescentes pueden intentar ocultar sus síntomas y los factores desencadenantes, como traumas, inseguridades, depresión o baja autoestima.

Hable con su hijo adolescente

Si sospecha que su hijo adolescente tiene un trastorno alimentario, hable con él de forma cariñosa y sin confrontación. Exprese su preocupación por los cambios en su consumo de alimentos, incluidos los hábitos alimentarios, la variedad y la cantidad de comida, los niveles de energía, el estado de ánimo o el retraimiento de los entornos sociales. Hable de los mensajes de los medios de comunicación, promueva una imagen corporal saludable, fomente la autoestima y examine los peligros de las dietas y la alimentación emocional. Francis dice: "Fomentar la ingesta consciente de una variedad de alimentos y evitar la moralización de los alimentos: ningún alimento es 'bueno' o 'malo'".

Programe un chequeo para su adolescente con su doctor. Un médico puede reforzar los mensajes saludables sobre los hábitos alimentarios, las rutinas de ejercicio y la imagen corporal, y puede remitir a su hijo adolescente a un proveedor de salud mental para que le haga una consulta exhaustiva, un diagnóstico y recomendaciones de tratamiento.

Revisión de los tratamientos para los trastornos alimentarios

Con tratamiento, las personas pueden recuperarse completamente de los trastornos alimentarios. Los regímenes varían según el tipo de trastorno, pero en general pueden incluir psicoterapia; medicamentos recetados, incluidos antidepresivos y ansiolíticos; asesoramiento nutricional; y psicoterapia individual, de grupo y familiar. 

Francis subraya: "Con una detección e intervención tempranas, podemos reducir la gravedad y la recurrencia de los trastornos alimentarios".