Skip to main content

Hemorragias nasales: Qué hacer y cuándo buscar tratamiento

Una hemorragia nasal puede asustar, pero la buena noticia es que la mayoría son inofensivas. Además, son frecuentes: un artículo reciente del New England Journal of Medicine calcula que el 60% de las personas sufrirá una hemorragia nasal a lo largo de su vida. Pero sólo el 6% requiere tratamiento médico.

Como la nariz está recubierta de muchos vasos sanguíneos pequeños que se encuentran cerca de la superficie del revestimiento de la nariz, pueden irritarse o lesionarse con facilidad. Las causas más comunes de las hemorragias nasales, también conocidas como epistaxis, son un clima seco, el uso de medicamentos para el resfriado o la alergia que resecan la nariz, hurgarse la nariz o traumatismos faciales.

"Tener una nariz que gotea, o lo que llamamos rinitis, también puede causar sangrado cuando el drenaje de la nariz se seca la mucosa nasal", dice Jessica Bailey, PA-C, que se especializa en otorrinolaringología (oído, nariz y garganta) cuestiones en adultos y niños. La rinitis se produce a veces con las alergias debido a la inflamación. Una inflamación similar con sinusitis también puede causar hemorragias nasales.

Los más propensos a las hemorragias nasales

Las hemorragias nasales son más frecuentes en los niños que en los adultos. Por un lado, pueden ser propensos a la supuración nasal y a hurgarse la nariz. También es bastante frecuente que los niños se lesionen la nariz cuando salen a jugar. Para ayudar a evitar las hemorragias nasales, puede ser útil aplicar una pequeña cantidad de vaselina con un bastoncillo de algodón dentro de la nariz del niño, o utilizar un spray salino para hidratar el interior de la nariz. Un humidificador también puede ayudar.

Otros susceptibles son:

  • Deportistas y adultos de 45-80 años
  • Adultos con enfermedades como hipertensión, aterosclerosis o trastornos hemorrágicos.
  • Quienes toman antiinflamatorios no esteroideos (como ibuprofeno o naproxeno), anticoagulantes o aspirina.
  • Embarazadas, ya que los vasos sanguíneos de la nariz pueden dilatarse durante el embarazo.

Primeros auxilios para hemorragias nasales

Bailey sugiere estas medidas a los pacientes que sufren hemorragias nasales:

  1. Sonarse la nariz suavemente para eliminar cualquier coágulo. Los coágulos se forman como reacción a la lesión o hemorragia, pero Bailey dice: "Los coágulos siguen secuestrando la sangre o hacen que rezume un poco, por lo que sacar los coágulos es útil."
  2. Utiliza un aerosol nasal de oximetazolina como Afrin® o Vicks Sinex®, pulverizando 2-3 veces sobre el lado de la nariz que está sangrando para ayudar a cerrar los vasos sanguíneos.
  3. Pellizca el extremo de la nariz con algo de fuerza y mantén la presión durante 15 minutos para ayudar a detener la hemorragia.

En algunos casos, una compresa fría también puede ayudar a detener la hemorragia. También se aconseja a los pacientes que permanezcan sentados en posición vertical en lugar de tumbados, ya que esto puede hacer que la sangre se drene por la garganta.

Nosebleed

Cuándo acudir al médico

Si la nariz sigue sangrando durante 20 minutos o más, hay que acudir al médico o buscar atención de urgencia. Además, si comienza a sentirse mareado, no puede respirar por la nariz o si la hemorragia nasal fue causada por una lesión en la cabeza, debe buscar atención médica. Según Bailey, si tiene hemorragias nasales frecuentes (de dos a tres veces al mes), es posible que desee consultar a un médico para determinar si se necesita más tratamiento. Un tratamiento habitual es la cauterización.

"Si vemos un vaso sanguíneo prominente en la parte frontal de la nariz, utilizaremos un bastoncillo de cauterización hecho de nitrato de plata", dice Bailey. "Es una sustancia química que ponemos en el vaso para cerrarlo, y que realmente puede ayudar con la hemorragia".

La mayoría de las hemorragias nasales son anteriores porque se producen en la parte frontal de la nariz. Más graves y raras son las hemorragias nasales posteriores, que se producen en la parte posterior de la nariz.  "No es una zona sobre la que los pacientes puedan ejercer presión en casa para que se detenga la hemorragia", explica Bailey. "Así que, muchas veces, los pacientes tienen que ir a urgencias y tendremos que taponar completamente la nariz para conseguir que se detenga la hemorragia. A veces tenemos que intervenir quirúrgicamente esas hemorragias nasales".

Bailey dice que la intervención quirúrgica puede incluir una cauterización química, un tipo más pesado de embalaje en la nariz, o radiología intervencionista. Estas hemorragias nasales posteriores suelen producirse tras traumatismos faciales o en individuos con hipertensión arterial.