Un ataque de asma es mucho más que sentirse sin aliento después de hacer ejercicio y necesitar recuperar el aliento. El asma es una enfermedad crónica que afecta a 25 millones de personas en EE.UU. y consiste en la irritación e inflamación de las vías respiratorias. Los ataques de asma se producen cuando los síntomas empeoran hasta el punto de que la persona siente que no puede respirar.
¿Qué se siente?
"Los ataques de asma pueden ser muy estresantes para el organismo", afirma la doctora Mili Shum, alergóloga e inmunóloga de University of Utah Health. "Durante un ataque de asma, pueden producirse broncoespasmos, en los que las vías respiratorias se estrechan y reducen la cantidad de flujo de aire".
Durante un ataque de asma, usted puede:
- Sentir que no puede respirar profundamente
- Siente opresión o dolor en el pecho
- Dificultad para dormir o hablar debido a la disnea.
- Tiene un sonido silbante o sibilante al respirar.
- Tose de forma persistente
Algunas personas padecen asma silenciosa, lo que significa que no tosen ni tienen sibilancias durante un ataque, pero siguen experimentando los demás síntomas. Las crisis asmáticas silenciosas pueden agravarse si no se detectan los primeros síntomas.
¿Qué desencadena un ataque?
Hay varios factores que pueden provocar un ataque de asma, y varían de una persona a otra. Entre ellos están:
- Alérgenos ambientales como el polen, la caspa de animales, las cucarachas, los ácaros del polvo y el moho.
- Infecciones respiratorias, como enfermedades de las vías respiratorias altas, COVID-19, gripe, resfriado común y neumonía.
- Contaminantes o sustancias químicas presentes en el aire
- Humo, incluido el de los cigarrillos
- Temperaturas muy frías o muy calientes
- Actividad física
Si sabe que padece asma, puede mantenerla bajo control y prevenir las crisis asmáticas evitando los desencadenantes, tomando medicamentos preventivos o tratando las alergias subyacentes con inyecciones antialérgicas o una pastilla diaria contra la alergia.
¿Qué debo hacer en caso de ataque?
Un ataque de asma puede asustar e incomodar, pero intente mantener la calma. Asegúrese de llevar siempre consigo los medicamentos de alivio rápido que le han recetado -por ejemplo, un inhalador de albuterol- y de saber cómo utilizarlos.
"Un ataque de asma leve suele resolverse fácilmente con tratamiento", dice Shum. "Sin embargo, un ataque de asma puede poner en peligro la vida si los síntomas son graves y no se alivian con un inhalador de rescate".
Si alguien de su entorno está sufriendo un ataque de asma, ayúdele a sentarse erguido y anímele a utilizar su forma habitual de tratamiento. Si ha recibido formación sobre cómo administrar correctamente la medicación, ayúdele si es necesario. Permanezca a su lado hasta que el ataque remita. Si no tiene su medicación de alivio rápido o el ataque empeora, llame al 911 o llévelo a urgencias.
Los siguientes síntomas son signos de una crisis asmática grave que requieren atención médica de urgencia inmediatamente:
- Los labios o las uñas se vuelven morados, azules o grises
- Confusión
- La sensación de falta de aire empeora
- Falta de aliento que no se alivia con medicamentos
El asma es una enfermedad controlable. Asegúrese de estar siempre armado con sus medicamentos y conozca las señales de advertencia de un ataque inminente para una intervención rápida.