El gimnasta olímpico Stephen Nedoroscik asombró al mundo con su rutina en el caballo con arzones, y finalmente ayudó al equipo de Estados Unidos a conseguir la medalla de bronce. Ahora se le conoce como el "Clark Kent" de la gimnasia, porque Nedoroscik se quita las gafas para su rutina y trabaja con el tacto. Reveló que se debe a sus problemas oculares (estrabismo y coloboma), que le impiden ver bien sin gafas.
La doctora Marielle Young, jefe de oftalmología pediátrica en el Centro Oftalmológico John A. Moran, responde a preguntas sobre el estrabismo.
¿Qué es el estrabismo?
Los distintos tipos de estrabismo se denominan en función de la dirección en que gira el ojo:
- Esotropía: Uno o ambos ojos se giran hacia dentro, hacia la nariz.
- Exotropía: Uno o ambos ojos giran hacia fuera, hacia la oreja
- Hipertropía: Un ojo se desplaza hacia arriba
- Hipotropía: Un ojo se desplaza hacia abajo
¿Cuáles son las causas del estrabismo?
No se sabe qué causa el estrabismo. En muchos casos, la enfermedad es hereditaria, pero la genética no es el único factor. El estrabismo también puede desarrollarse debido a traumatismos o accidentes cerebrovasculares.
La hipermetropía también es causa de estrabismo. Cuando los niños con hipermetropía importante intentan enfocar, sus ojos pueden cruzarse hacia dentro para enfocar una imagen.
¿Quién corre el riesgo de desarrollar estrabismo?
Los niños suelen nacer con esta afección, aunque también puede desarrollarse en la infancia o la edad adulta. La intervención precoz es crucial porque el estrabismo no tratado en los niños puede provocar problemas de visión permanentes, como una menor agudeza visual, incluso con gafas, o la incapacidad de utilizar los ojos a la vez.
"El estrabismo puede persistir en la edad adulta, ya sea porque nunca se trató en la infancia o porque se desarrolló más tarde debido a la edad o a un traumatismo", dice Young. "Los adultos con estrabismo nuevo suelen experimentar visión doble."
¿Qué opciones de tratamiento existen?
Tanto si se detecta en la infancia como en la edad adulta, el tratamiento es posible.
"Cuando se tiene estrabismo constante de niño, el ojo que está bizco no desarrolla una agudeza visual normal", dice Young. "Esta pérdida de agudeza se llama ambliopía y sólo es tratable en la infancia".
El tratamiento del estrabismo depende de la gravedad y la causa subyacente. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Lentes: Para muchos niños, las lentes correctoras mejoran significativamente la alineación de los ojos al abordar errores refractivos como la hipermetropía.
- Terapia de penalización: "Penalizar" el ojo bueno, mediante parches, gotas para los ojos o el uso de auriculares de realidad virtual que desenfocan la imagen del ojo bueno, puede ayudar a que el ojo bizco o más débil desarrolle una visión normal. A medida que mejora la visión del ojo desviado, puede mejorar la alineación del ojo.
- Cirugía: Si las gafas y la terapia son insuficientes, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Esta cirugía cambia la posición o la longitud de los músculos del ojo para mejorar la alineación ocular. Aunque suele tener éxito, algunas personas pueden necesitar varias intervenciones quirúrgicas a lo largo de su vida.
Abordar los retos emocionales y sociales
El estrabismo no es sólo una afección física; también puede tener profundos efectos psicológicos. Los niños y adultos con estrabismo pueden sufrir estigma social, baja autoestima y dificultades de interacción social.
"Los niños y jóvenes pueden interiorizar el estrabismo mucho más de lo que quieren admitir y a menudo lo afrontan no estableciendo contacto visual o volviéndose retraídos", afirma Young.
El estrabismo también puede afectar a los deportes y otras actividades. Aunque muchos niños se adaptan al estrabismo y prosperan, los que padecen una desalineación grave pueden encontrar dificultades para practicar deportes que requieren una coordinación visual precisa.
Es importante que los padres y cuidadores reconozcan el impacto emocional y social del estrabismo. Fomentar el tratamiento y abordar las preocupaciones puede mejorar significativamente la confianza del niño y sus interacciones sociales. La intervención y el tratamiento tempranos pueden permitir un desarrollo visual normal, prevenir efectos psicológicos a largo plazo y mejorar la calidad de vida en general.