Halloween no es la única época de sustos. Las pesadillas ocasionales son frecuentes en niños de 3 a 12 años. Cuando los niños tienen pesadillas, suelen despertarse llorando o asustados. A veces, las pesadillas pueden hacer que los niños tengan miedo de irse a la cama.
Las pesadillas pueden ocurrir sin motivo aparente o pueden estar provocadas por la ansiedad, los cambios en la vida (cambio de colegio, nacimiento de un hermano, divorcio de los padres) o el encuentro con medios que dan miedo (programas de televisión, redes sociales, noticias).
"Es importante recordar que los programas de televisión o las imágenes que a los adultos no les parecen terroríficas pueden asustar a los niños y provocarles pesadillas", dice la doctora Amanda Fujiki, psiquiatra infantil y de adultos del Instituto Huntsman de Salud Mental.
Aunque los padres no pueden proteger a sus hijos de las pesadillas, sí pueden preparar el terreno para una noche de descanso tranquila y feliz siguiendo estos consejos:
- Establezca una rutina de sueño. La estructura ayuda a los niños a sentirse seguros. Una hora antes de acostarse, apague la televisión y los videojuegos. Haga que su hijo se lave los dientes, se ponga el pijama y lea su libro favorito. Hable con calma de las partes agradables del día de su hijo.
- Sea consciente de los medios de comunicación. Recuerde que ciertas noticias, imágenes o vídeos pueden asustar a los niños y provocarles pesadillas. Tenga cuidado al hablar con su hijo de las noticias locales y mundiales. Evite ver programas de televisión y películas de contenido aterrador, sobre todo antes de acostarse.
- Tranquilice a su hijo. Si su hijo se despierta con una pesadilla, deje que le explique lo que ha pasado y cómo se siente. Asegúrele que sólo ha sido un sueño. Ayúdele a sentirse seguro y protegido para que pueda volver a dormirse. Anímalo a quedarse en su cama y asegúrale que está seguro y es querido. Puede ofrecerle un objeto que le reconforte, como un peluche, una manta o una almohada. A algunos niños les ayuda tener una luz nocturna en su habitación o dejar la puerta ligeramente abierta.
- Hable de las cosas que dan miedo durante el día. Si su hijo quiere seguir hablando de las pesadillas por la mañana, ayúdele a participar en actividades que le den una sensación de control sobre sus pesadillas. Puede recrear un final feliz para el sueño o hacer un dibujo del sueño y luego romper el papel.
- Sepa cuándo pedir ayuda. Si su hijo tiene pesadillas varias veces por semana durante un periodo prolongado, o si las pesadillas interfieren en su capacidad para relacionarse con sus amigos o con la escuela, considere la posibilidad de pedir ayuda a un profesional médico de confianza.
"Los padres pueden ayudar a los niños con pesadillas tranquilizándoles y ayudándoles a utilizar estrategias de afrontamiento", afirma Fujiki.