Skip to main content

Cinco preguntas sobre la dismorfia corporal

Cuando uno se mira al espejo, es normal fijarse en ese defecto molesto. Pero si esa aversión casual se ha convertido en una obsesión, es posible que se encuentre entre los millones de estadounidenses que padecen trastorno dismórfico corporal (TDC) o dismorfia corporal.

Las personas con dismorfia corporal suelen obsesionarse con una parte concreta del cuerpo y tienen dificultades para pensar en otra cosa. Esta obsesión obsesiva puede interferir en el trabajo, las relaciones y el funcionamiento diario. La buena noticia es que el TDC es tratable. Esto es lo que necesita saber para ponerse en camino hacia la curación.

1. ¿Qué es el TDC?

El TDC es un trastorno mental caracterizado por obsesiones compulsivas e intrusivas por un defecto imaginario o leve en el aspecto físico. Los rasgos corporales que con más frecuencia presentan defectos son el pelo, la piel, la nariz, el pecho y el estómago.

"La dismorfia corporal significa que alguien ve su cuerpo, o una característica de su cuerpo, de manera diferente a como es en realidad", dice la doctora Kristin Francis, profesora asistente y psiquiatra en Instituto Huntsman de Salud Mental de la Universidad de Utah. "Cuando las personas que sufren trastornos de la alimentación tienen dismorfia corporal, a menudo perciben mal su tamaño y se centran excesivamente en los defectos percibidos, como el aspecto de su estómago".

Los comportamientos repetitivos asociados al TDC incluyen:

  • Examinar obsesivamente su "defecto" frente al espejo. 
  • Arreglarse repetidamente para ocultar un defecto percibido.
  • Buscar incesantemente la seguridad de los demás
  • Creer que los demás se burlan de su aspecto.
  • Compararse constantemente con los demás. 

2. ¿Tengo TDC o TOC?

El TDC tiene mucho en común con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), que consiste en un conjunto de trastornos caracterizados por pensamientos intrusivos y comportamientos compulsivos para calmarse. Ambos trastornos pueden darse juntos, pero no son lo mismo. Una de las diferencias es que los pacientes con TDC son más propensos a carecer de perspicacia, lo que significa que no son capaces de aceptar y/o reconocer la gravedad de su trastorno.  Sin tratamiento, Francis afirma que esta fijación enfermiza puede alcanzar niveles peligrosos.

"Las personas con este trastorno pueden centrarse en cambiar su cuerpo hasta tal punto que se convierta en algo insano", afirma Francis. "Algunos ejemplos incluyen buscar cirugía o tomar medicamentos para cambiar el tamaño de sus músculos”.

3. ¿Cuáles son las causas del TDC?

El TDC, que afecta tanto a hombres como a mujeres, suele presentarse en torno a la pubertad y se prolonga hasta la adolescencia. Entre los factores de riesgo biológicos se incluyen los antecedentes de ansiedad o depresión o tener un padre o hermano con TDC o TOC.

Las fuerzas externas -especialmente los medios de comunicación y las redes sociales- también contribuyen a la manifestación del TDC e intensifican los síntomas.

"Nuestra sociedad se centra mucho en el aspecto exterior, y las imágenes perpetuadas por los medios de comunicación a menudo retratan un estándar corporal poco realista", dice Francis. "Cuando nos comparamos con estos estándares imposibles, cada vez nos sentimos peor con nosotros mismos y perdemos de vista lo que es importante y realista”.

4. ¿Cómo tratar el TDC?

Si no se trata, el TDC puede afectar considerablemente a su calidad de vida, robándole tiempo, ocasiones de alegría con amigos y seres queridos e incluso su medio de vida. Sin intervención médica, los pensamientos obsesivos y los comportamientos compulsivos podrían intensificarse y provocar complicaciones graves, como trastornos alimentarios, dolor físico y desfiguración, fobia social y pensamientos suicidas.

La línea de defensa más eficaz para el TDC son los ISRS (antidepresivos y ansiolíticos) y ciertos tipos de psicoterapia como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia de aceptación y compromiso (ACT, por sus siglas en inglés). La ACT es un tratamiento habitual que puede ayudar a los pacientes con TDC a aprender a tolerar los desencadenantes que provocan ansiedad incorporando a su vida cotidiana los conceptos básicos de atención plena, aceptación y vida basada en valores. Estas prácticas proporcionan a los pacientes el apoyo que necesitan para vivir más en el presente y gestionar mejor sus emociones.

5. ¿Dónde puedo encontrar ayuda?

Vivir con TDC puede resultar aislante y abrumador. Pero no está solo. El primer paso es buscar ayuda lo antes posible. Existen recursos gratuitos en Internet para acceder a directorios de terapeutas, grupos de apoyo y material educativo. A pesar del sufrimiento extremo que puede estar experimentando con este trastorno, es posible aprender a sobrellevarlo e incluso recuperarse por completo.